Ixhuatlán del Café.- El exalcalde Adolfo Rivera Delín, quien dejó en bancarrota al Ayuntamiento, nuevamente ha mostrado intenciones por querer gobernar, sin embargo, a los ixhuatlecos no se les olvida su comportamiento egocéntrico y déspota que tuvo cuando gobernó.
El exfuncionario, quien ha brincado constantemente de partido político con tal de hacerse de poder, mejor conocido como “Bobby Pulido”, endeudó al Ayuntamiento con 5 millones de pesos, pues despidió sin liquidar a trabajadores sindicalizados.
Durante su mandato, desfalcó y endeudó a las administraciones venideras, pues incluso el actual Alcalde aún carga con ese lastre.
A Rivera Delín se le cuestiona el haber reportado al final de su administración obras como concluidas al Órgano de Fiscalización Superior (Orfis), pero éstas no estaban terminadas, muchas de ellas siendo obras de pavimentación en la cabecera, como el piso estampado que no se terminó y rehabilitaciones en calles de las colonias Emiliano Zapata, Álvaro Obregón, Ocotitlán, entre otras.
Rivera Delín ya buscó la diputación local por el PRD, pero su mala reputación en la zona le impidió obtener la victoria.
Durante su administración, se dio a conocer a su amor por los caballos y las mujeres, a los que dedicó su tiempo y dinero de las arcas municipales, pues se hizo de varios caballos pura sangre para él y una “amiga” de Tepa-tlaxco, que a la postre se convirtiera en candidata del PRD a la Presidencia de ese municipio.
Despensas y colchonetas salían en las noches de la comunidad Ocotitlán, camino a Tepatlaxco, para apoyar la campaña de su “amiga”, de nombre Selene, candidata del PRD a la Alcaldía de Tepatlaxco, en el año 2007.
El exalcalde de Ixhuatlán, que en su momento ganó la presidencia bajo la bandera del PRD, ya incursionó en el partido Alternativa Veracruzana (AVE) e incluso le pretendía arrebatar hace tres años la candidatura a su primo Enrique Hernández Delín, actual mandatario de Ixhuatlán, abanderado por el PRI, haciendo berrinche en la designación del Presidente municipal que hoy Gobierna, al grado de querer hacer una manifestación con simpatizantes suyos y gente de Tepatlaxco y Tomatlán, para intentar quitarle el puesto.