Totutla.- Rogelio y Alejandro, no pasan de 30 años. Los jóvenes campesinos de Cruz Verde, comunidad de este municipio, obtienen recursos labrando la tierra, pero viven para esculpir con madera de equimite las máscaras de sus compañeros. Esto ha generado que alrededor de 40 jóvenes de Cruz Verde y Chachaxtla, preserven la tradición de la Danza de los Santiagos.
Rogelio Mexicano Molán, dijo que la madera que ocupan es equimite o conocido tradicionalmente como palo de gasparito, la cual es ideal para esculpir los diferentes rostros de lucifer, con un piercing en la ceja izquierda.
Mexicano Molán se jacta de ser danzante, artesano, músico y coordinar a sus compañeros.
Alejandro Elotlán Jiménez forma parte de los coordinadores junto con Roger, como lo identifican los danzantes; Alejandro proviene de una familia de danzantes y sostiene que para él es un orgullo continuar bailando para la Virgen de Pueblo.
Describe el baile como una actividad extenuante, ya que cargan de 5 a 10 kilos en la cabeza, con las coronas a cuestas.
Sobre el tiempo para elaborar una máscara, ambos coincidieron que invierten alrededor de dos días y medio, si te dedicas completamente a la elaboración, los costos van desde los 300 hasta los 800 pesos, dependiendo de la complejidad de la misma, el monto de la inversión en la indumentaria puede llegar hasta los 3 mil o 4 mil pesos.
A diferencia de los sones del municipio de Huatusco, las danzas de Totutla no usan instrumentos de cuerda para ejecutarlos, sólo con la flauta y tambor, suman alrededor de siete a nueve sones los que interpretan.
Los entrevistados narraron que el grupo de danzantes de Chachaxtla tienen ocho años que se organizó, mientras que el de Cruz Verde lleva cuatro, pero desde hace un año