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FUENTEOVEJUNA

Superiberia

En temas locales pero no menos preocupantes, en México cada vez son  más los casos de personas que ejercen justicia por cuenta propia ante la ineficacia y,  muchas veces, la complicidad de las autoridades con los infractores de la Ley. El lunes pasado en  San Juan Chamula, Chiapas, los lugareños enardecidos lincharon al presidente municipal, Domingo López González y al síndico, Narciso Lunes Hernández, acusados de corrupción, pues se apropiaron de 50 millones de pesos que el Gobierno Estatal había destinado para el municipio.

La turbamulta se alzó, los llevaron a la plaza principal y en un arrebato, alguien lo ejecutó a balazos, dando así un escarmiento popular. Antes, sólo se acostumbraba montar en un burro a los funcionarios ladrones o ineficientes y pasearlos por el pueblo como castigo, pero ahora ya se toman en serio eso de los juicios del pueblo. En Veracruz no tarda en pasar lo mismo, pues casi todos los presidentes municipales son odiados por la ciudadanía. Sean de cualquier partido, en este cuatrienio, la mayoría ha fallado a sus gobernados, se han comportado como ladrones en despoblado y están colmando la paciencia popular. ¿A quién no se le antojaría pasear en un burro a Armel Cid de León, y a Tomás Ríos? ¡A miles!

Por lo pronto, el mismo lunes hubo otro episodio de  violencia popular  en Zongolica, donde un par de individuos asaltaron una caja de ahorro, asesinando a un policía e hiriendo a una mujer. La reacción de la muchedumbre fue buscar a los responsables por cuenta propia para aplicarles la justicia popular. A uno de ellos, que fue herido, lo sacaron de la clínica donde estaba, lo llevaron al parque principal y lo tundieron a golpes durante varias horas. Cuando fue entregado a la policía y llevado de regreso al nosocomio, el asaltante pereció.

¿Quién es el culpable?. Fuenteovejuna, como diría Lope de Vega, es decir: todos, el pueblo, la masa, la multitud, la turbamulta, aquel animal que una vez irritado no tiene control, como advertían los sabios a los Césares romanos. Ahora el  Gobierno Estatal pretende encarcelar a varias personas a las que acusa de ser las causantes del homicidio cuando la responsabilidad recae en la autoridad fallida, en la policía ineficiente y en la “ola” delictiva que existe por permisividad oficial. Cualquiera se atreve a cometer delitos a plena luz del día porque sabe que en Veracruz hay ingobernabilidad y si se delinque tampoco hay consecuencias.

Lo sucedido en Zongolica es un síntoma del hartazgo de la población veracruzana, como lo de Chamula lo es de la chiapaneca. Al igual que las llamadas guardias rurales o grupos de autodefensa, el linchamiento es el recurso de la multitud harta por el desamparo y la ineficacia oficial. La anarquía es resultado de la ingobernabilidad, ese es el punto, no quien dio el golpe que privó de la vida al delincuente. En política, como en cualquier otro espacio de la vida social, no hay lugares vacíos y por eso Fuenteovejuna está presta para asumir el papel de justiciera cuando la autoridad es fallida.. A eso han conducido al pueblo acosado.

ADIÓS AL DEFENSOR

Este espacio manifiesta su condolencia por el fallecimiento, el lunes pasado, del activista Ignacio Ochoa y Plácido, quien fue presidente del Centro de Derechos Humanos “Digna Ochoa”, abierto desde hace 14 años en honor a abogada y defensora de los derechos humanos,  Digna Ochoa y Plácido, asesinada en octubre de 2001 en el Distrito Federal y cuyo crimen sigue impune hasta la fecha. El abogado Ignacio Ochoa, originario de Misantla,  llevó hasta Organismos Internacionales de Derechos Humanos el desastre en materia humanitaria que el innombrable tenía en penales de Veracruz.

Junto con el entonces director general de Prevención y Readaptación Social, Samuel Juárez y López –a quien los presos apodaban “El Ángel de la Muerte, como aquel famoso exterminador nazi- el impresentable exgobernante pactó con grupos criminales para que se colocaran gobiernos propios en los 18 centros penitenciarios, mismos que se convirtieron en verdaderos infiernos sobre la tierra. 

En su momento  Juárez y López  gritó enojado a Ignacio Ochoa cuando éste asistió a los reos que habían sido torturados  al interior de los reclusorios a su cargo: “¡A mí me vale ma… eso de los derechos humanos! ¡Yo entro y me ma…o a quien quiera y a la hora que yo quiera en cualquier penal, porque tengo la autorización del Tío Fide!”, según consta en el reportaje publicado por la revista Contralínea en marzo de 2010, en el que se da cuenta de los casos de tortura, asesinatos directos o disfrazados de suicidios, cobro de piso, venta de todo tipo de productos, prostitución y sicariato, que prevalecía en los penales de la fidelidad.

Por su valentía de atender las denuncias que ningún abogado ni la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) quería recibir, Ignacio Ochoa fue acosado por el Gobierno del innombrable y su sucesor. En el 2009, la Policía Estatal lo detuvo en la región de Los Tuxtlas con la amenaza directa del innombrable para exhibirlo como delincuente con pruebas fabricadas y en febrero de 2013, ya en este sexenio, fue víctima de un secuestro exprés en Misantla por desconocidos  -que en realidad eran policías estatales- quienes lo torturaron durante un día. Nunca se investigó ni se castigó a sus plagiarios y torturadores.

A la familia Ochoa y Plácido, a sus amigos, a los pobladores de Misantla y de Veracruz,  y a toda la gente agraviada que tenía en Ignacio Ochoa, una esperanza para obtener justicia, va nuestra solidaridad. Ignacio está junto a Digna, ambos ya están  lejos de las garras de los monstruos terrenales a los que combatieron con valentía y decisión. Descansa en paz el luchador social.

“OLA” DE ATENTADOS

El pánico crece en Europa  por la “ola” de atentados terroristas que se intensificó aun cuando ahora son sui generis -excepcionales- pues ya no son grupos bien organizados, venidos o entrenados en el extranjero –la franja árabe, principalmente- que asesinan a la  gente con armas de fuego o se hacen explotar como kamikazes –como sucedió en el ataque contra el semanario Charlie Hebdo, el 8 de enero de 2015, o los cinco atentados escalonados  el 13 de noviembre pasado- sino que ahora son realizados por los llamados ‘lobos solitarios’ que usan cualquier objeto –armas de fuego o blanca, camiones, palos o piedras-  para matar a una o muchas personas.

Ya suman seis los atentados cometidos en los últimos días en Francia y Alemania. En el primer país, a los  ataques en  Niza del pasado 14 de junio que dejó 84 personas fallecidas y el sucedido en la zona de los Altos Alpes, en una villa conocida como La Garde-Colombe, donde un hombre marroquí atacó con un cuchillo a una madre y tres niñas,  se suma otro perpetrado  ayer martes cuando dos hombres de origen magrebí irrumpieron en un templo católico en Normandía donde tomaron rehenes y degollaron a un sacerdote.

Fue en el poblado de Saint-Etienne-du-Rouvray, al Norte de Francia, donde los atacantes también hirieron a otro feligrés que se encuentra grave y aunque fueron abatidos, ellos reivindicaron el  atentado para el Estado Islámico. Este último caso inaugura otra forma de provocar terror y hacer que las repercusiones se potencialicen, pues el ataque fue en un lugar de culto y contra un ministro católico, lo que podría abrir un capítulo de enfrentamiento entre la poderosa Iglesia Católica y el Islam. Nunca antes había sucedido un atentado de terroristas islámicos en dominios directos de la Iglesia Católica, aunque ya se habían dado en Sinagogas judías pero nunca un ministro de culto había sido la víctima principal.

En tanto, en Alemania ya suman tres atentados terroristas en la última semana, y la población teutona está al borde de la crisis nerviosa. Las corrientes políticas más conservadoras ya comenzaron a exigir a la  canciller Ángela Merkel que ordene el despliegue del Heer –el ejército- para combatir directamente a grupos terroristas en el propio suelo alemán, lo que de aprobarse sería también algo inédito, pues se trataría de una acción militar en el propio territorio de Alemania que  no se ha visto desde de la Segunda Guerra Mundial.

Mientras Europa está sacudida por la serie de atentados –nueve en lo que va del año incluyendo a los de Bruselas, Bélgica que dejaron un saldo de 35 personas muertas y el asesinato de dos policías en el poblado francés  Magnaville,  el pasado 13 de junio- en Francia hay una polémica entre la clase política que ya llegó a las denuncias penales por difamación y negligencia. El Gobierno de François Hollande es señalado de mentir en cuanto a los planes de seguridad para prevenir estos atentados.

Una encargada de la videovigilancia municipal en Niza acusa al ministro del interior, Bernard Cazeneuve de presionarla para alterar el reporte sobre la noche del 14 de julio e informar que la policía nacional estuvo presente en el Paseo de los Ingleses, donde sucedió el atentado, cuando en las pantallas no aparecen los agentes. Es decir, nunca estuvieron pero el Gobierno intentó falsear el reporte para detener los señalamientos de negligencia criminal por no haber desplegado a los policías como marca el Plan Centinela contra el terrorismo.

Esto ha sido aprovechado por la derecha y la extrema izquierda en Francia, para exigir la destitución del funcionario, un frente de guerra contra Hollande en la antesala del año de elecciones presidenciales cuando buscará reelegirse al frente del Gobierno galo. Se pregona que el país está en guerra  y que no cederán a los terroristas, pero se relajan los dispositivos de vigilancia y los errores se intentan ocultar con falsedades, acusan los líderes políticos opositores.

A su vez, el “socialista” Hollande y  su primer ministro Manuel Valls, otro aspirante presidencial, han interpuesto denuncias por difamación y alegan que se quiere desacreditar a las instituciones. Vaya,  hasta en los países del primer mundo se cuecen habas en eso de la corrupción y los enjuagues para ocultar errores que cuestan vidas.

Envoyé depuis Paris, France.

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