CIUDAD DE MÉXICO.- Desde Italia llegó a México una iniciativa de colaboración social. La idea es que al visitar una cafetería o restaurante y hacer un consumo, exista la posibilidad de dejar alguna bebida o platillo pagado, para que personas en situación de calle puedan disfrutar de este donativo.
Es una costumbre napolitana que data del siglo XVIII, sin embargo, se retomó después de la 2da Guerra Mundial. En 2008, un grupo de cinco restauranteros napolitanos le volvió a dar fuerza al juntarse y crear el día del Caffé Sospeso, el 10 de diciembre.
“Cuando un napolitano está feliz por cualquier razón, en vez de pagar solo un café, paga dos, uno para él y otro para el cliente que viene después. Es como ofrecer un café al resto del mundo.
“El Caffé Sospeso es más que una costumbre napolitana, es una filosofía de vida”, Café Pendiente llegó en 2013 a México a través de una organización sin fines de lucro que orienta a los establecimientos que quieran participar. Hasta el momento hay alrededor de 500 cafeterías registradas. Los participantes deberán colocar el logotipo en la puerta para indicar a sus clientes que dicha cafetería o restaurante participa.
“Sí vas a tomar un café o a comer, paga algo más y déjalo pendiente. Los locales marcados con este logotipo se encargarán de entregarlo a una persona que lo necesite”. Lo mejor es que además no es necesario que sea únicamente un café, los alimentos también están contemplados en este proyecto, así que si consumes en algún restaurantes también los tacos pueden ir por tu cuenta.
Restaurantes y cafeterías de toda la República comienzan a sumarse a esta modalidad de ayuda. Si quieres inscribir a tu cafetería o restaurante consulta las bases en la página de la campaña.
En el Estado, las ciudad que están integradas son: Xalapa, Veracruz, Huatusco y Orizaba.
¿Qué es Café
Pendiente?
Es una iniciativa que invita a realizar una acción solidaria, basada en la confianza. Consiste en pagar anticipadamente un café a alguien que no tiene recursos para comprar una taza de café caliente. Surgió en Nápoles, Italia, con el nombre de “Caffé Sospeso” y, gracias a las redes sociales, ya se ha extendido a varios países, con muy buena aceptación.