>> Trabajadores del propio juzgado señalan ahora, al secretario
Córdoba.- Después de los señalamientos hechos por los empleados del juzgado segundo de primera instancia, ubicado en Avenida 3, esquina con calle 6, quienes pidieron no fueran publicados sus nombres por temor a represalias, señalaron al secretario del juzgado Zenón Rojas Sánchez como un tipo prepotente, corrupto y grosero,
Este medio acudió a entrevistar al secretario, quien de una manera cínica -como acostumbran este tipo de funcionarios tramposos-, declaró que cualquier irregularidad, acto de corrupción o simple queja ciudadana en relación a los funcionarios o al ejercicio del Juzgado Segundo de Primera Instancia de esta ciudad, debe ser puesto en conocimiento del Consejo de la Judicatura para su investigación y posible sanción, destacando que los funcionarios están abiertos a cualquier aclaración, siempre y cuando haya una denuncia de por medio.
Ahora resulta que para que haga su trabajo de una manera decente y educada -trabajo por el cual recibe un sueldo-, hay que ir a denunciarlo, ¿qué no sabrá este funcionario que es su obligación atender al ciudadano que acude de buena fe a un juzgado a pedir se le haga justicia de una manera pronta y expedita?
Esto pasa cuando personas como Rojas Sánchez, se incrustan en el escritorio de los juzgados por años y se les olvida que se deben a la ciudadanía; muchos de esos a los que atiende de manera corrupta y prepotente sintiéndose dueño de la ley, son quienes le pagan.
!Este señor debería ser sancionado por el Tribunal Superior de Justicia del Estado!, junto con el juez encargado de este juzgado, José Manuel Jiménez Santés, por cada juicio que tengan rezagado y por cada vez que se “equivoquen” para retrasar juicios como acostumbran, para favorecer a quienes los compran.
Editorial
Suficiente tiempo y dinero invierte un ciudadano al acudir a un juzgado para que tenga también que demandar a los empleados del mismo para obligarlos a hacer su trabajo. Suficientes perjuicios los llevaron ahí para que funcionarios como este par de sinvergüenzas, José Manuel Jiménez Santés y su cómplice Zenón Rojas Sánchez, juez y secretario del Juzgado Segundo de Primera Instancia, además se corrompan con abogados que estudiaron derecho para defender al chueco. Basta ya de corrupción en los juzgados de Córdoba. Que les quede claro a este par de tramposos, que el dinero se gana trabajando decentemente, que no olviden que lo que cada quincena cobran, es dinero de los impuestos que pagan muchos de los ciudadanos que llegan hasta su escritorio a quienes detienen años ahí por la cínica manera de torcer las leyes.