Boston.- Tanquetas de la Guardia Nacional de EU y vehículos militares multifunción (Humvee) custodiaron ayer una amplia zona urbana de Boston en torno al lugar donde el lunes fueron cometidos los atentados durante la maratón de la ciudad.
En torno a la avenida Boylston, donde dos explosiones mataron a tres personas e hirieron a más de 150, el tiempo parece detenido y el caos de la huida puede verse todavía en los restos de botellas, bolsas, mantas térmicas y calcetines tirados por el suelo.
Agentes armados y uniformados patrullan la zona pertrechados con chalecos antibalas y casco.
Tras el cordón policial también esperan, ya sin clientes, las vituallas preparadas para los competidores que debían concluir la maratón de Boston, un acontecimiento deportivo que se tornó en pesadilla y tragedia.
En las mayores ciudades de Estados Unidos hay despliegues de efectivos policiales y de cuerpos de seguridad federales mientras las autoridades procuran determinar quién detonó dos bombas cerca de la línea de llegada de la Maratón de Boston.
Agencias