Beirut.- Al menos 30 civiles y rebeldes murieron este sábado durante los bombardeos y combates registrados en la provincia de Idleb, en el noroeste de Siria, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
“Al menos 18 civiles murieron, entre ellos dos mujeres y dos niños, y otros 50 resultaron heridos durante un bombardeo aéreo contra la zona industrial de Saraqeb”, una ciudad controlada por los rebeldes, a 270 kilómetros al norte de Damasco.
El OSDH, que cita a militantes sobre el terreno, afirmó que el bombardeo aéreo estuvo seguido de bombas de racimo lanzadas por la artillería del régimen.
Un video grabado por militantes y difundido por el OSDH muestra columnas de humo y habitantes intentando sacar a fallecidos y heridos de los escombros.
En la misma provincia, al menos 12 rebeldes murieron por los bombardeos y los combates que se registraron cerca del pueblo de Babolin, en la carretera que une Damasco y Alepo (norte), que el ejército quiere recuperar, según el OSDH, una Ong que se apoya en una amplia red de militantes y médicos sobre el terreno.
En el barrio kurdo de Sheij Maqsud, en Alepo, dos niños y una mujer murieron después de haber respirado un gas que escapó de dos bombas lanzadas contra su casa y otras 16 personas fueron hospitalizadas, aseguró Rami Abdel Rahman, el director del OSDH, que pidió a la ONU y a la Cruz Roja que envíen equipos para investigar sobre la naturaleza de este gas.
En el norte de Alepo continuaban los combates en el hospital Kindi. En diez días, al menos 65 rebeldes y 80 soldados y milicianos prorégimen perdieron la vida en esta batalla por el centro sanitario situado sobre una colina estratégica, según el OSDH.
La aviación siria también llevó a cabo bombardeos en los alrededores de Damasco y de Homs (centro), informó el Observatorio. Según un balance provisional del OSDH, la violencia dejó al menos 54 muertos (27 civiles y 27 rebeldes) este sábado en Siria.
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