Córdoba.- Aún ante las complicaciones a la salud que genera la automedicación y el uso indiscriminado de fármacos como paracetamol, ibuprofeno y el metamizol sódico, legislar para su restricción y eliminación de venta libre no se considera funcional, toda vez que no se prohibirá la distribución de los sobrantes del tratamiento que reciba un paciente, señalaron autoridades médicas.
En entrevista con el traumatólogo y ortopedista de la Clínica de Médicina Familiar (CFM) del Issste en Córdoba, Hugo Sansón Pérez López, informó que ante cualquier tipo de dolor, cerca del 50 por ciento de la población mundial se automedica, de ésta se calcula que al menos el 20 por ciento presenta complicaciones a la salud como consecuencia.
Entre los efectos secundarios más recurrentes se encuentran las afectaciones al tubo gastrointestinal, las hemorragias y hasta los problemas respiratorios.
Tras finalizar su participación como ponente dentro del X Congreso Regional de Médicos Generales y Médicos Familiares, explicó que aun cuando el dolor es un síntoma que genera alteraciones en algún tejido y que puede llegar hasta ocasionar trastornos, la población es muy dada a automedicarse de manera regular, pues se tiene la facilidad de que los analgésicos se consiguen en cualquier lugar y nadie sabe que es alérgico a un medicamento hasta que se lo toma. Aunque desde la práctica institucional no se tiene una estadística como tal del número de pacientes que llegan a presentar complicaciones por la automedicación, precisó que a nivel interno sólo se cuenta con cinco fármacos para la atención de los derechohabientes; paracetamol, diclofenaco, selección, metamizol, mismos que cuando se administran por períodos prolongados, generan trastornos.
