Córdoba.- A la expectativa se mantuvieron familiares, personalidades del gremio educativo y jóvenes estudiantes de la EBAO, en el atrio de la Inmaculada Concepción, para la llegada del finado Flavio Heredia Chávez, a fin de estar presentes en la misa de cuerpo presente.
A las 13:00 horas, tres vehículos arribaron a la explanada de la iglesia, en uno de ellos, un Jeep de color rojo, adornado con flores blancas e imágenes del joven que feneció el pasado martes, llegaron sus padres y hermanos.
Vestidos de blanco, algunos portando una camisa con la fotografía de Flavio, aguantando el llanto, descendieron los dolientes de la camioneta. Su madre, abrazando fuertemente un cuadro con la imagen del joven muerto, se soltó en llanto, pidiendo justicia ante los medios por el asesinato de su primogénito.
En tanto, Flavio Heredia Quiroz, padre del joven ejecutado en el taller mecánico El Depredador, conocido profesor cordobés, director por varios años de lo que fuera la Escuela Secundaria y de Bachilleres de Artes y Oficios (Esbao) y actualmente responsable sólo del plantel de bachilleres, trataba de guardar la compostura al recibir el pésame de sus conocidos y allegados, que se dieron cita en la Catedral.
El cuerpo de Flavio Heredia Jr, fue trasladado en una carroza blanca, aludiendo a su juventud y sencillez.
Sus familiares, al saber la presencia de los medios de comunicación, comenzaron a exigir a gritos: ¡¡¡Justicia!!!, en cuanto a la madre, se soltó en llanto por la tragedia.
Una sociedad con cultura de muerte
Por su parte, el sacerdote pidió a los presentes tener certeza de que el joven está con Dios y vivirá con Dios, hasta el nuevo encuentro con sus padres, afirmó que aunque se trata de una situación dolorosa por su partida, es un momento para mostrar solidaridad como sociedad, pues desafortunadamente se vive un momento en el cual ya no se busca una cultura de la vida, sino la cultura de la muerte.
Insistió que la responsabilidad social es abandonar los hechos de violencia para poder pasar a una época de paz, principalmente porque lo que se busca es llegar a una luz de transparencia y tranquilidad. El presbítero insistió se debe buscar una civilización donde no haya odios ni situaciones de violencia.
Una vez concluida la ceremonia religiosa, el féretro permaneció por unos minutos en el atrio de la Catedral, donde los integrantes de la banda musical lo despidieron con música y aplausos, de donde partió hacia el panteón para recibir cristiana sepultura.
