>> José Manuel Jiménez Santés intimida ahora la libertad de expresión
Córdoba.- Intimidando a la libertad de expresión empleados del Juzgado Segundo de Primera Instancia cuyo titular es el licenciado José Manuel Jiménez Santés, trataron de impedir ayer jueves que voceadores de esta casa editorial realizaran su trabajo, esto, luego de dar a conocer las corruptelas en dicha sala.
A esta redacción llegaron informes de que personal de la Contraloría del Tribunal Superior de Justicia, estuvo el día de ayer en esta ciudad para realizar una investigación en torno a las irregularidades, y el pésimo trabajo que se viene realizando en el Juzgado Segundo de Primera Instancia.
El titular de esta instancia en materia civil cínicamente niega los señalamientos que existen sobre la sala que tiene bajo su cargo, pero hay quienes hartos de la corrupción de este juez nos han dado a conocer la situación que impera en este lugar, en donde se venden las sentencias y se negocian los juicios, y si no, sólo falta ver la sentencia en el expediente número 289/2009 donde se condena al pago de 10 millones de pesos sin argumentos, para que inmediatamente le ordenen de la segunda instancia un juez superior a este juzgado corrupto, rectifique por no haber actuado bajo los lineamientos de ley. Este juicio arriba mencionado lleva ya cuatro años de ir y venir a diferentes instancias ocasionando pérdida de tiempo y dinero al ciudadano, y ahora el juez dijo “equivocarse” a la hora de notificar para retrasar por ese “sencillo error” seis meses más un juicio ridículo desde sus inicios. Cabe recordar que lo que se pretendía cobrar mediante corruptelas era daño a un abolengo que por cierto, dicho abolengo fue reclamado por otro de la misma calaña que el juez.
Ayer jueves, esta casa editorial dio a conocer la inconformidad y el malestar de ciudadanos, en torno al trabajo que se viene realizando en el Juzgado Segundo de Primera Instancia, lo que originó que empleados de dicha sala enviados por el juez, trataran de intimidar a un voceador al grado de comprarle todos los ejemplares los cuales le resurtían cada 30 minutos y que el juez compraba de igual manera con tal de correrlo del lugar en donde se encontraban realizando su trabajo.
Esperamos que el Presidente del Tribunal Superior de Justicia en el Estado, tome cartas en este asunto y a la brevedad posible dé una solución a este Juzgado que es de todos conocido por la cínica corrupción con la que opera.