Orizaba.- El cambio climático también deteriorará la salud y la comodidad de los humanos, indicó el investigador Mario Uscanga, además, dijo que primeramente es previsible un aumento en la mortalidad por plagas cuya propagación está relacionada con temperaturas altas, como paludismo, dengue, cólera, etcétera.
Luego vectores de enfermedades infecciosas ahora propios de tierras bajas, se desplazarían hacia mayores altitudes. “Si se considera el incremento poblacional en el próximo medio siglo, las necesidades de energía para climatización de edificios en áreas cálidas se habrán de multiplicar por 10”, dijo.
Es de esperarse una geografía diferente de los regímenes de temperatura y humedad ante un cambio climático, pronosticó el experto, “¿Cómo se redistribuirán las tierras agrícolas veracruzanas?, o ¿el cambio climático –a final de cuentas paulatino, no radical– nada habrá de significar ante los embates del mercado?”, exclamó.
El entrevistado recordó, por otro lado, si el protocolo de Kyoto algún día entra en vigor, la captura de carbono mediante la silvicultura –para atenuar la contaminación emitida por la quema de combustibles– será un negocio atractivo.
Es decir, para un agricultor, en un mercado especulativo mundial de bonos de carbono o bonos ecológicos, puede llegar a ser más rentable reforestar que producir, lo que sería una oportunidad para la restauración ambiental de vastas regiones de Veracruz, como el Pico de Orizaba y la Sierra de Zongolica.
Por lo anterior, se impone la necesidad de analizar a detalle la vulnerabilidad y las oportunidades del Estado ante un posible cambio climático, de forma responsable, con la participación de varias dependencias, organizaciones no gubernamentales y ciudadanos.