Nogales.- A pesar de que sobre la empresa operadora del Relleno Regional de las Altas Montañas -Grupo Constructo- pesan dos denuncias ante la Semarnat, Conagua, Profepa y Secretaría de Salud desde el año 2011, por graves daños contaminantes a la congregación El Encinar, ayer fueron captados en plena flagrancia, cuando vertían lixiviados sobre un terreno contiguo a la laguna de desechos.
Al realizar un recorrido en las inmediaciones del relleno sanitario, la lente de esta casa editorial pudo captar el momento en que dos trabajadores vertían los desechos industriales generados por la basura, llamados lixiviados, sobre un terreno contiguo al tiradero, que hasta el año 2011, era propiedad de Rufino Campos, apoyados por una manguera verde.
Al descubrir al reportero, los empleados encargados de la laguna de desechos cortaron el suministro, pero se pudo apreciar sobre el terreno la cantidad de líquidos que vertieron sobre una superficie, la cual aparentemente ya compraron los operadores del relleno, pero que de igual forma contamina el medio ambiente y los demás cultivos que se siembran en las inmediaciones, como sorgo y cebada.
Dicha contaminación ambiental perjudica de forma directa a cuatro colonias, como Maravillas, Nueva Jerusalén, El Cerrito, y el Hoyito, cuyos habitantes han sido testigos como los empleados vierten los desechos sobre sus tierras, sin que ninguna autoridad intervenga hasta el momento, pese a que existe una denuncia desde el año 2011 por los mismos motivos.
Cabe señalar que el Relleno Regional de las Altas Montañas, capta diariamente alrededor de 800 toneladas de basura, ya que son al menos 17 ayuntamientos los que tiran sus desechos en este sitio, al cual le fue renovada la concesión en enero del 2011, pues ya pesaban quejas por graves daños ecológicos al medio ambiente.
Al ser entrevistados, vecinos dijeron que se han cansado de quejarse ante las autoridades que poco o nada hacen por ayudarlos, pues la empresa se comprometió hacer obras públicas después de la fuga de lixiviados en agosto del 2011, pero lo único que realizó fueron guarniciones y angostas banquetas en una zona donde no ocurrió nada.
Se quejaron de que los cultivos se siguen afectando en los terrenos contiguos al tiradero, puesto que los lixiviados que vierten, se filtran a la tierra dañando los cultivos, los cuales ni siquiera se logran.
Denunciaron públicamente que las familias que habitan en el lugar, han presentado erupciones en la piel, que ellos consideran son causadas por estar expuestos a un lugar donde se tiran desechos industriales.
ELEUTERIO ESPINOZA BENÕTEZ
El Buen Tono
