Huatusco.- Acuden feligreses a la celebración del Santo Patrono del pueblo, desde muy temprano, en la entrada al templo se pudo observar la efigie de San Antonio en medio de flores. Los asistentes pasaban y se persignaban después de tocar la imagen del Santo de Padua y quien es utilizado para conseguir pareja.
Este año, el templo cumple 49 años de su edificación, la imponente estructura mide alrededor de 35 metros en cada una de sus torres y es de los templos más grandes del Estado, en sus dos plantas puede albergar a miles de creyentes. La estética modernista de su arquitectura y los motivos interiores donde convergen el arte sacro y la modernidad, lo ubican en un lugar especial a nivel Nacional.
El atrio fue dividido en tres pistas, donde las danzas y la música de viento fue el atractivo para los asistentes, por un lado las ejecuciones prehispánicas del grupo de Los Concheros, danza pagana que se incorpora en la celebración de una fiesta eminentemente religiosa. Los danzantes, ataviados para adorar a los ancestros indígenas, ejecutaron su baile al ritmo del teponaxltle (instrumento de percusión prehispánico), bailan al compás de las percusiones.
En medio, la danza de Los Negros huatusqueños, conformada por alrededor de 40 bailarines, entre hombres, mujeres, jóvenes y niños. El son va marcado por el violín y la jarana, y el choque de los pies con el pavimento activa a los cascabeles, la cadencia de los danzantes cautiva a los presentes con sus trajes multicolores llegando a invertir hasta 3 mil pesos en su atuendo.
La fiesta patronal continúa como el lugar común donde se reúnen todas las clases sociales para compartir, convergen en una celebración. El promotor incansable de esta tradición fue el cura Enrique S. Trejo y Domínguez.