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ALTERNANCIA

Superiberia

 La añorada alternancia política ya pisa los umbrales de Veracruz, sólo faltan 170 días para que se concrete, es decir, para que inicie la nueva administración estatal que será de un partido diferente al que ha gobernado durante 86 años. El soporte jurídico se dio ayer, cuando el  Órgano Público Local Electoral (OPLE) entregó la constancia a Miguel Ángel Yunes Linares que lo acredita como ganador de la jornada comicial del pasado 5 de junio. Así, desde ayer, Yunes Linares es Gobernador electo y para cuestiones de historia, es el Gobernador de la alternancia en Veracruz.

Ahora falta que se convierta en el Gobernador de la justicia y el restaurador de la vida pública en la entidad, como lo exigieron los electores. Yunes Linares ha prometido mucho y es mucho lo que tiene que cumplir. Por lo pronto, Veracruz experimentará la alternancia gubernamental y lo que hoy está sucediendo es algo que muchas generaciones añoraron ver. Se vive la historia, pues, y como ya se ha dicho, la alternancia sin justicia no vale la pena y por eso ayer dos gritos retumbaron en el zócalo xalapeño: ¡Duarte… Duarte… Duarte!, y ¡Justicia… Justicia… Justicia!, como recordatorio a lo prometido en campaña: que se castigará la corrupción.

Tal griterío estalló cuando Yunes Linares pidió a los presentes que no albergaran la duda: “quienes se enriquecieron con los recursos del pueblo veracruzano irán a la cárcel y devolverán lo robado”. Será un Gobernador, agregó, que aplicará la Ley severamente, y todo fue algarabía en la Plaza Regina, nombre con el que Yunes Linares identificó al espacio escogido para dirigir su mensaje y reconociendo de este modo la exigencia del gremio reporteril para que dicha plazoleta  lleve el nombre de la compañera asesinada en abril del 2012.

El crimen de Regina sigue impune al igual que el de los otros 17 periodistas que han sido martirizados en este sexenio. Y al recordar a la extrañada Regina Martínez, se tocó un tema ineludible que es el respeto a la libertad de expresión, tan vulnerado en los últimos doce años de fidelidad. Yunes se comprometió a  respetar el derecho de los ciudadanos y de los periodistas “a difundir sus ideas, comentar, criticar y manifestarse, solo atenidos a la Ley y a su conciencia”. Lo dijo y habrá que recordárselo, tendrá que respetar la crítica y la diversidad de ideas, para evitar parecerse a quienes lo precedieron, y este compromiso con la prensa es  un gesto significativo para una entidad bañada con la sangre de los comunicadores y considerada entre los lugares más peligrosos del mundo para ejercer el oficio de informar.

 Es importante  destacar que en el mensaje emitido ayer por  Yunes Linares se saludó la pluralidad que tendrá el Poder Legislativo, pues ninguna fuerza política tendrá mayoría absoluta en la próxima legislatura, entonces los diputados estarán obligados  al cabildeo, al debate en tribuna y a las enmiendas de leyes para que los ciudadanos sean los beneficiarios y no el Gobierno Estatal, además de servir de contrapeso del Ejecutivo, especialmente en la rendición de cuentas y la fiscalización de recursos monetarios. A la vez, es muy importante el compromiso expresado para no injerir en asuntos electorales.

Ante el OPLE y frente a la multitud de Plaza Regina, Yunes aseguró que el árbitro comicial no estará al servicio del Palacio de Gobierno ni éste ejercerá presión sobre sus consejeros. Tampoco no se distraerá el dinero público para costear campañas electorales o la “guerra sucia” contra adversarios políticos. Esto no es  asunto pequeño, sino un punto medular que ayudará a  limpiar los procesos electorales  y permitirá  que la democracia sea efectiva. Todos los veracruzanos tienen la obligación de exigir y velar para que se cumpla el compromiso de acabar con las llamadas ‘elecciones de Estado”.

 

LOS TRISTES TIGRES

¿Qué es lo que sigue? Los poco más de cinco meses que faltan para la renovación del poder Ejecutivo,  seguramente continuará el litigio sobre los resultados del 5 de junio, pues el PRI y el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) han anunciado que impugnarían la elección, aunque es casi imposible que se modifique el resultado global pese a que pudieran moverse algunas cifras. El tricolor habla de 106 mil votos supuestamente nulos y que habrían sido a favor de Héctor Yunes Landa, sin embargo, la diferencia entre Yunes Linares y el candidato priísta es de 126 mil votos, entonces aún en el lejano escenario de que esos votos se sumarán al tricolor, la distancia sigue siendo de 20 mil sufragios.

Otro dato es que la diferencia entre el primer y segundo lugar en esta elección es la más alta en las últimas tres contiendas sexenales. En el 2004, el PRI “ganó” entre comillas porque la permanencia se obtuvo en tribunales- con 962 mil 187 votos contra 936 ml 904 sufragios del PAN, es decir una diferencia de 25 mil 283 votos, y en el 2010, el tricolor acopió un millón 356 mil 623 votos contra un millón 277 mil 151 sufragios del blanquiazul, haciendo una diferencia de 79 mil 472 votos.

Respecto  a la composición de la 63 Legislatura, hay que destacar el cierto equilibrio partidista que tendrá, ya que la mayoría de distritos fue ganada por la alianza PAN-PRD, seguida por Morena, los cuales juntando sus votos podrían obtener una mayoría calificada para sacar adelante iniciativas importantes. El PRI literalmente se desfondó, pues apenas si tendrá ocho curules por la vía uninominal correspondientes a los distritos de Pánuco, Papantla, Misantla, Perote, Acayucan, Álamo,  San Andrés Tux-
tla –donde el candidato fue disfrazado con las siglas del Partido Nueva Alianza (Panal)- y Córdoba.

En estos comicios, el tricolor perdió 18 distritos ganados en la elección  de 2013, lo que representa un desplome del 60 por ciento en su representación legislativa. Además, una vez iniciado el nuevo gobierno Estatal, el Congreso Local será escenario de un fenómeno inédito, porque al menos tres de los diputados oficialistas serán sometidos a juicio de procedencia para que se les retire el fuero, sean separados de su curul y se les ponga a disposición de los tribunales, con el fin de desahogar las denuncias penales por el desvío  de recursos públicos que se les atribuyen.

Ellos son el exoficial mayor de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), Vicente Benítez, quien ganó en el Distrito de San Andrés Tuxtla, abanderado por el PANAL, así como el cordobés Gerardo Buganza Salmerón, que será diputado plurinominal por el PVEM, pero que tiene señalamientos sobre faltantes financieros cuando se desempeñó como titular de la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas (SIOP).

 Los bien enterados sostienen que esos tristes tigres serán denunciados y llevados a juicios de procedencia, y eso será uno de los casos más polémicos que tendrá que resolver el nuevo Congreso Local, lo que sin duda llevará a construir acuerdos entre el PAN, PRD y Morena, pues con sus votos se hará posible la mayoría calificada para sacar adelante el proceso de desafuero. Vienen temas muy intensos y como ya se dijo, San Andrés Tuxtla,  al igual que el compañero de la formula plurinominal de Buganza en el PVEM.

ADIÓS A LOS

MANTENIDOS

Por cierto, en el Distrito de Córdoba hay que destacar que el triunfo de del Castillo no sorprende a nadie. La sorpresa es que la candidata del PAN-PRD, María de los Ángeles Sahagún haya acopiado casi el mismo número de votos que su adversario y haya tenido la posibilidad de pelear nariz-con-nariz el triunfo en el Distrito, pese al desastroso desempeño del Ayuntamiento que encabeza el panista Tomás Ríos Bernal. La derrota de Sahagún estaba más que  cantada por los malos resultados de la alcaldía y el desprestigio del panismo cordobés, quien sigue influenciado por el exmilitante Juan Bueno Torio y el exdiputado Víctor Serralde Martínez –o como se llame en realidad-.

Se decía que había un acuerdo soterrado entre del Ayuntamiento y el panismo en Córdoba para servir de comparsa al tricolor pero al parecer éste fue estropeado por el voto de castigo que los ciudadanos le dieron al Gobierno Estatal y a su partido, por lo que indirectamente le cayeron votos no esperados a Sahagún Morales. ¿Será?

Otro dato interesante es que el expanista cordobés Juan Bueno Torio obtuvo como “candidato independiente” a la gubernatura solo 62 mil 487 votos y entonces algo no cuadra numéricamente, pues para obtener el registro del OPLE tuvo que presentar el respaldo de 200 mil ciudadanos que, en teoría, son los que sufragarían por él. ¿Qué sucedió? Solo hay dos respuestas a eso, una es que 140 mil ciudadanos que le dieron su firma se arrepintieron y no le dieron su voto, y la segunda es que todas las signaturas presentadas ante la autoridad electoral eran hechizas, un fraude, como siempre se especuló.

 Lo positivo del asunto es que ya Juan Bueno quedó desenchufado de la nómina pública, de la que vivió durante los últimos veinte años y los veracruzanos se deshicieron de un parásito más. Lo mismo hay que celebrar, porque el fidelista Alfredo Tress dejará de cobrar los 58 millones de pesos de prerrogativas porque su Partido Alternativa Veracruzana (AVE) no logró recabar ni el 2 por ciento de la votación.

Al mismo cesto de la basura  se va otro cordobés,  Antonio Luna Andrade, al que se le cancelarán los 37 millones de pesos que recibía por su negocio llamado Partido Cardenista. Y por si fuera poco, los veracruzanos también se ahorrarán los 15 millones que le regalaban al Partido Encuentro Social (PES),  los 36 millones del PANAL y los 33 millones de pesos del Partido Movimiento Ciudadano de Dante Delgado Rannauro. Ya ven como la democracia y la alternancia son benéficas, pues sirven para expulsar a los mantenidos y además, en este caso, se generarán ahorro por más de 180  millones de pesos para el 2017. 

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El gabinete de Yunes Linares