Cosolapa.- El día de ayer se trasladó la familia del finado que fue encontrado flotando en las aguas del río Blanco en estado de descomposición, el cual tenía seis días de desaparecido.
Familiares mencionaron que el finado había salido al río de Almilinga a disfrutar del asueto de Semana Santa el día viernes, pero ya no regresó a su hogar y fue a través de los medios de comunicación que se dieron cuenta de la muerte del joven quien fue identificado por los tatuajes.
El cuerpo del obrero y moto taxista de la comunidad de El Refugio, Oaxaca fue encontrado entre las aguas del río Blanco el día miércoles a la altura de la congregación de Xúchiles, con la cara vendada con cinta canela y con signos de tortura, el cuerpo estaba boca abajo y con sus extremidades devoradas por las aves de rapiña, ese día se dio a conocer que presentaba tatuajes en la espalda con el nombre de ‘Cristal’ y el antebrazo una ‘F’ en letras góticas con lo cual fue identificado por sus familiares.
Cesáreo Pérez Aguirre fue quien se trasladó al anfiteatro de la ciudad de Córdoba donde permanecía el cuerpo de quien dijo, pertenecía a su hijo quien en vida respondía al nombre de Fabián Feliciano Pérez Huerta de 27 años de edad, mejor conocido como ‘La Marrana’ con domicilio en la comunidad de El Refugio, Oaxaca, quien se desempeñaba como obrero del Ingenio de ese poblado y a veces trabajaba como posturero de una moto taxi.
Mencionó que su hijo había salido al río de Almilinga del municipio de Tezonapa con unos amigos pero que como a las 15:00 horas sus amigos se retiraron y él se quedó un rato más, pasó el día sin saberse de su paradero, sus familiares sin imaginar lo que le había pasado pensaban que éste se encontraba con alguna amiga pero al paso de los días comenzaron a preocuparse por lo que se presentaron ante las autoridades ministeriales y municipales de Acatlán, Cosolapa y Tezonapa para reportar su desaparición.
No fue sino hasta el día de ayer que vieron las fotos que aparecían en los diferentes medios de comunicación, las cuales eran idénticas a las del joven desaparecido, al ver la leyenda del tatuaje ya no tuvieron duda ya que éste se lo había hecho en alusión a su hija de 9 años que tenia fuera de su matrimonio actual y la F del antebrazo era la inicial de su nombre, motivo por el cual se trasladaron al anfiteatro de la ciudad de Córdoba donde se encontraba el cuerpo.
El finado deja en la orfandad dos pequeñas una de 4 años y otra de 9.
Julio valdivia
El Buen Tono