Cd. de México.– Francisco Javier Magallón Pérez tiene preparadas hoy las flores, la música en vivo y dos misas para su hijo Francisco Daniel, uno de los 42 que murieron en Tanhuato, Michoacán, en el Rancho El Sol, donde la Policía Federal dice hubo un enfrentamiento.
“Fue una matanza, no un enfrentamiento. No mataron a unos animalitos. Las familias seguimos esperando justicia para los 42, pero parece que el gobierno quiere que olvidemos todo”, dice mientras apura los preparativos para el primer aniversario.
Aquel 22 de mayo, el Gobierno federal se apresuró a señalar a los muertos como “criminales y miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), pero sus familiares siguen insistiendo que es mentira, que en ese lugar fueron “torturados y ejecutados” trabajadores del rancho, no delincuentes, dijeron.
Fotos, testimonios y documentos, señalan la forma en que murieron los 42, cuyos cadáveres mostraban huellas de tortura, balazos en la espalda, fracturas múltiples, quemaduras y tiros de gracia.