Berlín.- Los artificieros lograron desactivar ayer miércoles sin mayores contratiempos una bomba de aviación rusa de tiempos de la II Guerra Mundial de unos 100 kilogramos descubierta anoche junto a la estación central de Berlín.
Según un portavoz de la Policía, los expertos pudieron desmontar el detonador del artefacto manualmente, por lo que ya no será necesario extraer la bomba para detonarla de forma controlada fuera de la ciudad o, en el peor de los casos, hacerla explotar donde fue encontrada, las otras dos opciones que se barajaban.
“La desactivación transcurrió tal y como habíamos esperado”, explicó Jürgen Thiele, jefe de artificieros de la Oficina Federal de Investigación Criminal (LKA).
La neutralización de forma manual, que los expertos lograron llevar a cabo en 38 minutos, fue posible porque la rosca del artefacto todavía estaba intacta, precisó.
El hallazgo de la bomba obligó a acordonar la zona en un radio de 400 metros en torno a la estación, situada a un kilómetro de Cancillería y el Bundestag (cámara baja), e interrumpir el tráfico ferroviario, así como la circulación de vehículos y el tránsito fluvial e incluso los aterrizajes en el aeropuerto de Tegel.
Alrededor de 840 personas fueron evacuadas de sus casas y unos 40 edificios desalojados, después de que la Policía llamara “a todos los timbres y puertas” para alertar a los vecinos, señaló un portavoz de las fuerzas de seguridad.
El hallazgo de bombas de la II Guerra Mundial sigue siendo relativamente frecuente en Alemania y especialmente en Berlín, que fue intensamente bombardeada por los aliados en la contienda y que, por las características de su suelo, conserva enterradas muchos artefactos que no llegaron a explotar.
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