GUADALAJARA.- La Fiscalía General de Jalisco indaga presuntos vínculos del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), con el Centro de Rehabilitación Despertar Espiritual, Alcohólicos y Drogadictos de Occidente AC.
Todo indica que el lugar era usado para castigar a miembros del grupo o a enemigos delincuenciales.
También se investiga la existencia de diplomas y permisos apócrifos para operar.
“Hay una investigación con una presunción muy clara de participación de un grupo de la delincuencia organizada. Encontramos a una mujer envuelta en una cobija que acababa de ser castigada, era golpeada. Las condiciones son realmente inhumanas e indignantes”, subrayó el fiscal de Jalisco, Eduardo Almaguer.
El martes pasado, la Fiscalía General de Jalisco intervino la mencionada granja de rehabilitación, ubicada en la colonia Loma Bonita, en el municipio conurbado de Tonalá.
Ahí se encontraron a 271 personas en condiciones inhumanas, que vivían hacinadas, que eran torturadas y golpeadas, así como a menores de edad sometidos a vejaciones sexuales.
Aunque no se aseguraron drogas o armas, sí se encontraron aparatos para torturar.
“Este albergue se había convertido en un centro de abuso donde escondían a delincuentes, y este primer indicio del que hablamos, del por qué los vínculos con la delincuencia organizada, es porque tres sujetos refieren que fueron llevados a ese lugar por algunos integrantes de este grupo delictivo para que fueran castigados por quienes se encontraban de responsables de este centro de rehabilitación, que no lo es”, dijo el fiscal Almaguer.
Las reiteradas agresiones perpetradas en este lugar ocasionaron repercusiones físicas y mentales irreversibles, dijo el fiscal.
“Algunos de ellos sí son adictos que provenían de familias de escasos recursos y eran llevados a ese centro, pero en otros casos se presume que eran enemigos del grupo criminal o de sus propios integrantes, habría esa posibilidad”. concluyó.
