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PAGO POR EVENTO

Superiberia

Aunque usted no lo crea, Los Porkys tienen admiradores, comenzando por sus propios padres: Jacqueline Marín y Enrique Capitaine quienes ayer en el puerto de Veracruz encabezaron una manifestación en defensa de su vástago violador que  fue detenido en Torreón, Coahuila y ahora permanece en un centro de reclusión temporal en el puerto de Veracruz. Una veintena de personas vestidas de blanco y haciendo oraciones se presentaron ante el Juzgado Tercero para exigir el fallo a favor de la inocencia del porky al titular del mismo, Uriel Domínguez, hermano de la exvocera estatal y actual presidenta de la Fundación Colosio, Gina Domínguez, quien ayer mismo tendría que haber decretado la formal prisión contra Capitaine. 

Según ellos, Enrique Capitaine es un Cordero de Dios que nunca tocó a la jovencita, que nunca la llevó a su casa por la fuerza y es víctima de una sociedad que odia al gobierno estatal y lo usa para desprestigiarlo. Los usuarios de las redes sociales y los candidatos panistas fueron quienes violaron a la niña y ahora pretenden culpar al inocente “junior”. Sin embargo, la magia del momento se esfuma cuando se sabe que el pago a cada uno de los participantes en la manifestación fue de mil  pesos  y que los manifestantes  fueron reclutados por los operadores de las campañas de las candidatas del PRI en la conurbación Veracruz-Boca del Río. De lo que se entera uno. 

A excepción de los padres, los amigos adinerados de Capitaine no se aparecieron en el griterío, sino fueron acarreados  de las colonias populares que dejaron de ir a los mítines de las abanderadas del tricolor para echarle porras y rezos al Porky. No es raro este tipo de intentonas para tratar de  hacer pasar a los malos por buenos. Recuerden las manifestaciones a favor de la cantante Gloria Trevi y el compositor Sergio Andrade, cuando estaban presos acusados de perversión y secuestro de jovencitas, o recientemente la manifestación de priistas exigiendo la liberación de Humberto Moreira encarcelado unos días en España. Los maleantes encarcelados siempre desatan fascinación  y más si hay pago por evento.

 

PANORAMA ARTIFICIAL

 Ya de lleno en el tema electoral, el análisis es obligado a dos semanas de que se realicen los comicios para renovar la gubernatura. ¿Realmente en dos semanas se revirtieron las tendencias electorales y a los ciudadanos se les olvidó 12 años de agravios cometidos por el impresentable exgobernante y su sucesor? ¿Se creerán los priistas que su candidato, Héctor Yunes Landa,  rebasó al panista Miguel Ángel Yunes Linares en la intención del voto? ¿Estarán convencidos de que el abanderado del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Cuitláhuac García Jiménez, le arrebató electores a la coalición PAN-PRD?  Por supuesto que no.

A nivel estatal se ha pretendido crear una percepción artificial de que Yunes Landa alcanzó a su primo,  el abanderado azul, que lo rebasará y que ganará la contienda del 5 de junio. Es más, le agregan –y lo festinan sus panegíricos- que Yunes Linares terminará en tercer lugar, pues la segunda posición es para García Jiménez. Tal vez tengan algo de razón en  esto último, que el candidato de Morena ya está en la pelea por la segunda posición, pero con la diferencia de que el tercer sitio podría ser para el priista.  Ellos, los fidelistas, están conscientes que el PRI perdió su voto duro, que los sufragios que no compren con dinero en efectivo o dádivas en especie no lo tendrán voluntariamente.

Peor aún, inflar al candidato de Morena, Cuitláhuac García para tratar de robarle seguidores a Yunes Linares -confirmado de viva voz por Gabriel Deantes- les resultó contraproducente. Los ciudadanos que votarán por Cuitláhuac García –que más bien será por Andrés Manuel López Obrador- no son los que tenían decidido su voto por el abanderado panista-perredista, sino por Yunes Landa. Los sufragios perdidos serán de los  priistas que están tan enojados con su partido, con el gobierno actual,  con el innombrable y los demás complices que en los últimos doce años han saqueado el erario estatal, pero que no quieren votar por el PAN y optarán por Morena. En resumen, Yunes Landa no ha ganado votos, todo lo contario.

¿Y las encuestas que le dan una expectativa triunfadora? Eso se responde con la anécdota: cuenta el directivo de un periódico capitalino que hace algunas semanas llegó un funcionario estatal a las redacciones de los medios capitalinos, con maletas de dinero a pagar deudas y comprar publicidad sin recibo -encuestas, difusión de noticias contra Yunes Linares-. Se aceptó el trato pero con la condición de que no le darían ni una línea ni un minuto al aire a crédito. Todo sería pagado en efectivo y por adelantado. Así, ya llevan gastados más de 100 millones de pesos en  la compra de espacios para alimentar el artificio.

Aún con todo ese dinero gastado, la duda sigue:  ¿Si Yunes Linares ya fue rebasado, ya cayó al tercer lugar, ya lo abadonaron los dirigentes nacionales del PAN, entonces por que ocuparse tanto de él? ¿Por qué el panista  sigue llenando plazas aun cuando se amenaza a alcaldes, dirigentes, activistas y militantes para que lo dejen solo? ¿por qué reciclan la viejas historias usadas desde el sexenio de a fidelidad sobre pederastia y enriquecimiento indebido  que hasta la fecha no tienen una secuela penal ? ¿Si tiene responsabilidad penal por lo que lo acusan y teniendo  el aparato gubernamental en contra, por qué  Yunes Linares no está en prisión?

¿Y por qué no enfocarse a descalificar a Cuitláhuac García si es que ya pelea el segundo lugar a Yunes Landa como dicen las versiones oficiales? Algo no encaja. Ya son más de treinta personajes que han traído al templete mediático para atacar a Yunes Linares, entre ellos a los tres candidatos satélites: Juan Bueno Torio, Alba Leonila Méndez y Alejandro Vázquez Cuevas, el fallido “independiente” Gerardo Buganza, el expanista Manuel Espino, Sonia Sánchez de Chirinos, el arzobispo Hipólito Reyes Larios, la supuesta víctima de pederastia de Jean Succar Kuri, las 40 organizaciones civiles que lo acusan del mismo delito, a Rafael Acosta Croda y a Lyda Cacho, el inefable cenecista, Juan Carlos Molina,  Manlio Fabio Beltrones, a los 400 Pueblos y  Antorcha Campesina.

También Los Porkys, al mismo Duarte de Ochoa que se auto-inmoló afirmando que había pactado con él,  Ignacio Morales Lechuga,  López Obrador –en un audio el duartista Gabriel Deantes así lo presume- y hasta le inventaron declaraciones al cardenal Norberto Rivera, a la organización Anonymus  y a la panista Margarita Zaval, exposa del expresidente Felipe Calderón, de que lo repudiaban. Los dos primeros desmintieron a los fidelistas y la segunda lleva dos giras acompañando al candidato azul. Los ciudadanos no son tontos y saben que ni Yunes Linares  se ha desplomado ni Yunes Landa ha repuntado.

De ahí que la andanada sea intensa. Pero ese artificio es mediático y los fidelistas en verdad están asustados. Los golpes lanzados contra Yunes Linares no han resultado, o al menos no han tenido el impacto que deseaban. Si el panista Yunes Linares ya está derrocado, pues ¿para qué tanto salto y ya está parejo el piso?

 MORENA EN APRIETOS

Lo dijeron muchos políticos de oposición desde el sexenio anterior: todo lo que el innombrable toca, lo pudre, lo pervierte, porque durante el sexenio anterior la fidelidad  contaminó la vida política de la entidad, incluso a la Iglesia, el empresariado y la prensa. Muchos bailaban al son que tocaba el impresentable gobernante.  Este toque perverso no ha cesado y ahora alcanzó a una de las expresiones ciudadanas más legítimas que se tenían en México, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

Desde el inicio de la campaña por la gubernatura se especulaba en columnas periodísticas sobre un presunto acuerdo entre los dirigentes de Morena y palacio de Gobierno para hacer crecer artificialmente al diputado federal con licencia, Cuitláhuac García en un afán de que le robara votos y espacios tanto al panista Yunes Linares como al priista Héctor Yunes Landa, en el entendido de que el impresentable había sentenciado que mientras viviera “ningún Yunes sería gobernador”, así fuera postulado por su partido.

El lunes pasado, las dirigencias del PAN y del PRD exhibieron un audio en el que  se escucha al secretario del Trabajo, Gabriel Deantes, primo del dirigente estatal del PRI, Alberto Silva, hablar de un acuerdo con Andrés Manuel López Obrador para bajar al PAN del primer lugar en la intención del voto. Textualmente dice el funcionario estatal: “A ver, Morena es el fenómeno wey, es un fenómeno digno de admirar, a ver, a ver, el gran ganador de esta contienda es Morena, es ahí el pedo, y el gran perdedor otra vez es Acción Nacional”. 

“Vamos a aliarnos un poquito a Morena y a darle posiciones a Morena en el acuerdo, con Andrés Manuel, para ya de una vez a los traidores del PRD que ya, ya traicionaron abrirlos, ya ahora sí te vas a quedar sin un peso, los voy, los vamos a fiscalizar, los vamos a traer a puro vergazo y entonces sí hoy el PRD va a saber lo que es estar como partido solito”. El dato no tiene desperdicio porque confirma lo especulado, estropea a Cuitláhuac García como la opción diferente y le carga un fardo al tabasqueño López Obrador rumbo al 2018.

En resumen, se entiende que la fidelidad ya embarró a Morena y los ataques de López Obrador contra un sólo candidato de oposición, parecen así confirmarlo, por lo que abren el compás de la duda. Esto servirá para que en adelante, el tema de un supuesto pacto con el tricolor será una bandera de golpeteo y descalificación para el tabasqueño en los comicios presidenciales dentro de dos años. La fidelidad todo lo pudre, ya se dijo. 

En el tema concreto de Veracruz, efectivamente el crecimiento de Morena es evidente y era esperado, pero como se citó líneas arriba, fue una apuesta aventurada de la fidelidad –o tal vez acertada- porque Cuitláhuac García no le quitó votos a  Miguel Ángel Yunes Linares, sino a Héctor Yunes. Incluso ayer mismo el propio candidato de Morena reiteraba que, según las encuestas a las que tuvo acceso, la disputa del triunfo el 5 de junio es entre él y el candidato de la coalición PAN-PRD, pues el priista tiene entre 8 y 10 puntos debajo de ambos.

Claro, caso aparte es Cuitláhuac García, cuya fama ganada en el mes y medio de campaña es de irascible, intolerante, maleducado y hasta grosero con la prensa y con sus mismos seguidores. El legislador se asume como la opción democrática para Veracruz sin más méritos que ser el elegido por Andrés Manuel López Obrador. Es tan mala la relación de García Jiménez con los medios de comunicación que muchos ya lo apodan “El Juanito” de Veracruz, en referencia a que será un títere del tabasqueño.

García Jiménez dejó pasar su oportunidad de erigirse como un Hombre de Estado, no se dejó ayudar por la parte pensante de la Universidad Veracruzana (UV) de la cual es catedrático. No construyó una propuesta propia para los veracruzanos, sino que usó la plataforma de López Obrador en términos generalizados, ninguno ha aterrizado a la entidad y lo peor de todo, la soberbia lo embriagó. Aunque claro, los votos que reciba no son suyos, sino por López Obrador, quien es el verdadero contendiente.

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