Tokio.- La presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, ordenó ayer al Ejército de su país que deje de lado cualquier consideración política y responda con fuerza en el caso de un ataque de su vecino del Norte.
A medida de que Pyongyang ha producido sin cesar, casi a diario, amenazas de guerra en la península coreana, la mandataria Park señaló que “si se produce cualquier provocación contra nuestros ciudadanos y nuestro país, debemos responder con fuerza en la etapa inicial”.
En una reunión con el ministro de Defensa del país, Kim Kwan-jin, la presidenta subrayó que el Ejército no debe tener en cuenta las consideraciones políticas, reportó la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
“La razón de ser de las Fuerzas Armadas es proteger al país y al pueblo de las amenazas”, argumentó la presidenta, que a solo un mes de asumir oficialmente el cargo está afrontando una de las mayores crisis de los últimos años en las relaciones entre ambos países.
Park hizo el comentario durante una sesión informativa sobre políticas en el Ministerio de Defensa.
Corea del Sur se toma “en serio” una serie reciente de medidas y amenazas de Pyongyang, como el abandono de un tratado de no agresión, el corte de una línea telefónica militar directa y la declaración del “estado de guerra” contra Seúl, comentó.
Las declaraciones de Park se producen cuando Estados Unidos envió aviones F-22 para tomar parte en los ejercicios conjuntos, informaron este lunes los oficiales de las Fuerzas Armadas Estadunidenses en Corea del Sur (USFK).
En la última demostración de fuerza contra Corea del Norte, los aviones F-22 Raptors fueron enviados el domingo desde la base aérea de Kadena, de Japón, a la base aérea surcoreana de Osan, para participar en el entrenamiento, llamado Foal Eagle.
La llegada de los aviones que pueden evitar el radar, se produce después de que Estados Unidos, enviara a Corea del Sur su poder aéreo con capacidad nuclear desde sus bases en el extranjero, como los bombarderos B-52 y los bombarderos B-2.
Agencias