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Cuando falta el pilar de la familia

Superiberia

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Córdoba.- Hace dos años la vida de Daniel y sus seis hermanos cambio drásticamente con la pérdida de su madre. Hoy queda sólo el recuerdo  y una tumba llena de flores  a  donde  asisten  a  ofrecerle una plegaria y sobre todo agradecer les cuide “desde el cielo”.

A simple vista, cada una de las tumbas que alberga el panteón Zacatepec parecieran  iguales, pues guardan los restos de un ser humano.

Sin embargo, para Daniel Sambrano, lo que fuera un montículo de tierra, hoy rodeado de mosaicos color café y adornado con rosas y flores multicolores, son la morada de quienes le dieran la vida.

Desde hace 12 años -un 15 de marzo- sufrió con la partida  de su padre, el paso del tiempo y el cobijo de la familia, sobre todo de su madre Cristina,  sirvieron para aliviar  el dolor. Lamentablemente, el 14 de noviembre de 2013, a consecuencia de complicaciones de salud propias de la edad, Daniel y sus hermanos recibieron un segundo golpe con la muerte de su madre.

 Nada es igual

A los pies de los restos de sus padres, Daniel insiste que la vida no ha sido igual desde la partida de Cristina, pues aunque se “siente” la falta de ambos, la ausencia de su madre  ha sido difícil de superar, sobre todo cuando en fechas como el Día de las Madres, “todo mundo festeja” a sus mamás.

“Se siente uno mal porque se acercan estas fechas, ahora si como dicen: cuando la tiene uno no la cuida y cuando ya no la tenemos quisiéramos que estuviera aquí”, dijo.

Para la familia de Daniel, se convirtió en una costumbre celebrar  el Día del Padre, Madre y hasta los cumpleaños en el cementerio, aunque sostiene “hay que darles en vida, ya muertos no tiene caso”, porque sólo quedan los recuerdos de los buenos tiempos.

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