Córdoba.- De acuerdo con la Encuesta Nacional del Consumo de Drogas en Estudiantes (Encode), el uso de la marihuana y la cocaína se duplicó principalmente entre jóvenes de 10 a 18 años de edad.
En los centros de rehabilitación, los ingresos por sobredosis son cada vez más comunes.
Aunque no se tiene información actualizada por parte del Centro Nueva Vida, que opera de la mano de la Secretaría de Salud de Veracruz, debido que existe negativa del responsable por brindar información, desde hace cuatro años se detectó que el consumo de drogas como la cannabis y algunos otros estupefacientes se incrementó, principalmente entre los menores de nueve y 11 años de edad, ya que habían reportado el contacto con alguna droga.
Juan -nombre ficticio- trabaja como colaborador en un centro de atención para problemas en consumo de drogas y alcohol, explicó que del 2015 al 2016 ha presenciado al menos cinco casos de jóvenes de entre los 13 y 15 años con problemas por sobredosis.
Según la información que recaba, en la mayoría de los casos se trata de adolescentes que por “curiosidad” probaron la droga de manos de un compañero de la escuela o vecino de la colonia. Juan insiste que en la mayoría de los casos no se cuenta con la presencia y vigilancia de los padres de familia, pues se dan cuenta del consumo de las drogas hasta que los jóvenes caen en crisis por sobredosis.
Actualmente, se tiene en tratamiento de recuperación un total de ocho adolesecentes que fueron anexados por sus propias familias, sin embargo, reiteró son más quienes logran llevar una “doble vida” sin ser descubiertos, principalmente porque cada vez hay técnicas y drogas sintéticas que permiten disfrazar los efectos y los padres y maestros no se dan cuenta.
PREOCUPACIÓN
En entrevista previa, el vicepresidente de la Unión Nacional de Padres de Familia, A.C., Ramiro Téllez Juárez, destacó su preocupación ante la legalización de la marihuana, al afirmar que aun cuando se trata de una iniciativa que busca su uso terapéutico, se deben generar medios de prevención, ya que está comprobado que el uso de las drogas genera un efecto secundario.
Mencionó que existen ejemplos de matanzas en planteles educativos, donde el agresor está bajo los efectos de una droga en el momento del atentado.
Desde ambos puntos de vista afirman y coinciden que una de las formas idóneas para prevenir el consumo de las drogas entre niños y jóvenes, está en la presencia constante de la familia.
