MADRID.- La mejor defensa de Europa pudo más que la máquina de hacer goles de Alemania. Una genialidad de Saúl Ñíguez, las atajadas de Jan Oblak y la presión constante de una zaga incansable fueron suficientes para dar al Atlético de Madrid un triunfo de 1-0 sobre Bayern Múnich en el partido de ida por las semifinales de la Liga de Campeones.
Saúl recibió el balón cerca del círculo central y dejó en el camino a cuatro jugadores de Bayern, antes de vencer al portero Manuel Neuer con un disparo al segundo poste a los 11 minutos del partido.
A pesar del esfuerzo de los pupilos de Pep Guardiola, la defensa del Atlético, sello de la casa y de los equipos del Cholo Simeone, cerró el candado y no dejó que el Gigante Bávaro le hiciera absolutamente nada.
Ahora Pep Guardiola tendrá que agarrarse de la localía para que su equipo pueda abrir la defensa de los Colchoneros, matar y avanzar a la final.