Córdoba.- Este día en la Diócesis de Córdoba, se celebran más actividades propias de esta Semana Mayor, a las 17:00 horas se tendrá la eucaristía en la que se recuerda la última cena del Señor que compartió con sus apóstoles, en la cual hacen remembranza de modo especial los tres dones que Jesucristo quiso dejar en su Iglesia, señaló el obispo Eduardo Patiño Leal.
Destacó que estos tres dones son: Amar al prójimo como a uno mismo, el cual es el mejor antídoto contra estas guerras y males que hay, por lo que convertiría en el bálsamo que cura todas las heridas a través del amor, así como el de la eucaristía, donde se interpreta que Cristo se queda en forma de pan y vino, y de que nosotros lo hagamos siempre en memoria suya, y por último el del sacerdocio, siendo recordados estos tres dones en este día, así como el lavatorio de los pies, que expresa el buen ejemplo de humildad y sencillez donde el amor hacia los demás se convierte en servicio.
Como Jueves Santo se conoce una festividad cristiana que celebra la última cena de Jesús de Nazaret con sus discípulos, la institución de la eucaristía y del orden sacerdotal, así como el lavatorio de pies.
Se inicia el Triduo Pascual, es decir, el período en que se recuerda la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Dos eventos de singular importancia tienen lugar este día según la Biblia: la última cena, donde se instituye la eucaristía y el sacerdocio, y el lavatorio de pies.
LA ÚLTIMA CENA
Se conoce a la comida que, en celebración de la pascua, compartió Jesús con sus discípulos. En ella instituyó la eucaristía, también llamada comunión, en la cual Cristo deja su cuerpo y sangre en pan y vino, tal como relata Lucas: “Entonces tomó el pan y, habiendo dado las gracias, lo partió y les dio, diciendo: ‘Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria mía’. Asimismo, tomó también la copa, después de que cenó, diciendo: ‘Esta copa es el nuevo convenio en mi sangre, que por vosotros se derrama’.
EL LAVATORIO DE PIES
Se denomina el evento en el cual Jesús, como un acto de humildad, lava los pies a sus discípulos, con la finalidad de dar un ejemplo de amor y servicio a los semejantes.
De allí se desprende el mandamiento que Jesús hizo a sus discípulos: que debían amarse y servirse unos a otros.
LOS SIETE TEMPLOS
Una de las costumbres asociadas a la celebración del Jueves Santo es la tradicional visita a las siete iglesias o siete templos, que se puede realizar entre la noche de Jueves Santo y la mañana de Viernes Santo. Su finalidad, como tal, es agradecer a Jesucristo el don la de eucaristía y el sacerdocio que instituyó aquella noche.
EL MONUMENTO
Existe también la tradición de levantar el monumento de Jueves Santo, que es la capilla o altar donde se reserva la hostia consagrada desde el Jueves al Viernes Santo.
Ante él, se suele dar gracias al Señor por su pasión, con la cual redimió, según las escrituras, a la humanidad y por ello lo recuerdan los feligreses.
