Córdoba.- Con motivo de la celebración de la Semana Santa, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), anunció una suspensión de labores en Unidades de Medicina Familiar (UMF), subdelegaciones, servicios de guarderías ordinarias y centros de seguridad social durante el lunes 21 de marzo, así como los días 24 y 25 del mismo mes, quedando solamente en labores cotidianas las unidades de emergencia y hospitalización de la Institución.
Durante estas fechas la Institución informó que los servicios de Urgencias y hospitalización trabajarán en forma normal, como lo hacen los 365 días del año, aún cuando aunado para este período de asueto se agregan sábado y domingo donde también se cuenta con personal de guardia, reanudando actividades habituales a partir del lunes 28 de marzo, en respuesta al contrato colectivo de trabajo signado por la Institución y el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), aplicado a nivel nacional.
Las visitas a pacientes internados en sus hospitales se mantendrán en los horarios establecidos para los días normales de labores, además de que el servicio de atención de partos también se hará en la forma acostumbrada por ser prioridad la atención a mujeres en etapa de gestación.
Debido a que sin duda habrá una disminución considerable en los servicios de atención se recomienda a los derechohabientes que acuden a los servicios de Urgencias, sobre todo en fechas de vacaciones o en prolongados fines de semana, a solicitar información sobre cuáles son los tipos de padecimientos que ameritan atención inmediata.
A fin de que éstos sean requeridos en forma responsable, evitando la saturación, principalmente cuando no se trate de una urgencia médica como tal, sino que por el contrario deban ser canalizadas y atendidas en los consultorios de Medicina Familiar.
Se recuerda que una Urgencia Real o Calificada, que sí requiere atención inmediata, es un padecimiento agudo o crónico que ponga en peligro la vida, como son fracturas, golpes, amputaciones, heridas severas o penetrantes, pérdida del conocimiento, quemaduras extensas o profundas, sangrado abundante y dificultad repentina para respirar.
Así también las picaduras y mordeduras de animales venenosos, además de ataques de perros y gatos; parálisis repentina de extremidades, vómitos y diarreas repetidas en niños y personas de la tercera edad, principalmente.
