Fortín.- Parecía una celebración más del Día Internacional de la Mujer en la cual el Ayuntamiento local distinguió a 12 fortinenses destacadas en las artes, la cultura, el deporte, los negocios y la promoción de los derechos de género.
Pretendió ser un evento loable por la fecha y la -aparente- intención de resaltar la labor de esas 12 mujeres, pero la realidad evidencio tanto a las galardonadas como al organizador.
Las primeras porque en plena jornada por los derechos de la mujer convenencieramente olvidaron el compromiso, es decir, la solidaridad entre mujeres cuando alguna de ellas es víctima de violencia y discriminación, y se prestaron al teatro montado por un agresor de las mismas, el alcalde Armel Cid de León, denunciado desde enero del 2015 ante la Fiscalía General del Estado por moler a golpes a su pareja extramarital.
Fue el martes de la semana pasada cuando el edil pretendió “lavarse la cara” con un evento para festejar a aquellas a las que maltrata y las agraviadas olvidaron la agresión para acudir, sin pudor, hasta la sala de Cabildo para sumarse a la farsa y aceptar del munícipe un premio por su género.
“Merecido reconocimiento, gracias al Presidente municipal”, escribió en su muro de Facebook la pintora Martha Sotomayor, presente en el evento, pese a ser incluso amiga personal de la familia de la víctima de Armel Cid de León. Es una verdadera lástima que a la artista adoptada fortinense, los años no le enseñaron a ser solidaria ni con su propio género. Lástima de talento, comentaron en las redes sociales sobre Sotomayor por aplaudir a Cid de León.
Por su parte, María Luisa Vimbert Guarneros, también se dijo halagada con el reconocimiento del edil, aunque paradójicamente se quejó de la “terrible impunidad en la violencia contra las mujeres”, además de pedir que las instituciones “sean barridas de funcionarios corruptos”. ¿Y quién le entregó el premio no es uno de ellos?, ¿no debió rechazarlo hasta que “barrieran” con Armel Cid?.
La promotora de lectura, María Lilia Vivanco Ricaño, afirmó que sintió bonito que Armel Cid la galardonara pero en su declaración a los reporteros acusó que “todos quienes andan delinquiendo, golpeando mujeres es porque no tuvieron amor en casa, así mismo fueron violentados”. Los que la escucharon se preguntaron pícaramente si la señora Vivanco sabe algo sobre lo que sucede en el hogar del Alcalde, si el mismo edil sufrió violencia doméstica en su infancia o sólo lanzó la insidia con tal señalamiento.
“Es reprochable todo tipo de violencia en contra de la mujer”, expreso Idalia Mendoza Bejart, otra dama reconocida a quien no le importó recibir el premio de la mano que propinó puñetazos y arrojó de un vehículo en plena carretera a otra mujer, en aquella noche de enero del 2015.
Todas ellas hablaron de la violencia de género, condenaron a los golpeadores y pidieron sanción contra ellos pero gustosamente estrecharon la mano e intercambiaron besos en la mejilla con quien hizo todo lo que expresaron.
Lamentable fue la presencia de la doctora Minerva Junto, directora del Hospital de Río Blanco quien pese a su honorable desempeño frente a ese nosocomio, se prestó al rejuego del munícipe fortinense, avalando así que un golpeador de mujeres permanezca en un cargo público cuando lo que debería es estar en una prisión purgando una condena.
Las 12 féminas fortinenses que fueron galardonadas parece que enfermaron del Síndrome de Estocolmo, porque se enamoraron del verdugo y le recibieron además del diploma y las flores, besos y apapachos.
El delito cometido parece no importarle al alcalde Cid de León, quien, protagónico y hasta sobreactuado, se desvivió en atender a las invitadas al salón del Cabildo pues las abrazó, las besó y posó sonriente para las fotografías. Todo un estuche de monerías en pleno Día Internacional de la Mujeres.
Micrófono en mano, el munícipe sostuvo que las 12 mujeres galardonadas “se destacaron por sus capacidades, por su entrega, por su pasión por hacer las cosas (sic)”. También extendió los elogios en las redes sociales y a través de su cuenta de Facebook señaló, sin pizca de rubor: “hay que reconocer la lucha de la mujer y su participación contra la desigualdad en la sociedad y en su derecho íntegro como persona (sic)”.
Los dichos de Armel Cid contradicen sus hechos. ¿Eso mismo declararía ante el Juzgado Decimosexto de Distrito que recientemente le negó un amparo federal? Sus dichos contradicen sus hechos.
Hasta doña Chencha
A pesar de la falsa bonhomía, el evento del martes pasado no logró la convocatoria esperada pues muchas mujeres que fueron invitadas al mismo se negaron a asistir y otras, dignamente rechazaron recibir un reconocimiento de manos de Armel Cid de León. Tan es así que el salón de Cabildo tuvo que ser llenado con mujeres acarreadas de último momento, entre ellas doña Chencha, la cocinera de su suegro, Domingo Muguira, quien fue llevada a la conmemoración para “hacer bulto”.
La mayoría de las asistentes así como de las galardonadas fueron personas de la tercera edad. “Hasta parecía una reunión del programa 70 y Más”, comentaban los presentes, quienes hacían conjeturas.
No acudieron mujeres jóvenes tal vez porque ellas sí recordaron los valores esos que son universales, ¡pero a las señoras de la tercera edad por lo visto ya hasta esos olvidaron! Entonces, llenar la sala y el presídium de adultos mayores fue una estrategia del Alcalde para auto-controlarse, especulaban los burlones.
Con todo ello, la comedia se cumplió con mujeres que no se solidarizan ni se protegen entre ellas y prefieren honrar al agresor, y con un funcionario público deseoso de eventos a modo para tratar de hacer olvidar a la opinión pública que tiene una denuncia judicial por maltratar a las mujeres, al grado de poner en entre dicho su reputación.
El evento del Día de la Mujer en Fortín de las Flores serviría perfectamente para una fábula de Esopo que podría llamarse “El zorro cuidando de las gallinas”.
