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Grave problema el alcoholismo

Superiberia

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Córdoba.- El alcoholismo es un problema social que ataca al seno familiar, es un padecimiento que genera una fuerte necesidad de ingerir alcohol, de forma que existe una dependencia física del mismo, manifestándose a través de varios síntomas de abstinencia cuando no es posible su ingesta.

El alcohólico no tiene control sobre los límites de su consumo, que va en aumento a medida que se desarrolla tolerancia a esta droga.

En la ciudad, en la región y en el estado el número de personas fallecidas a causa de este problema social, va de cinco a 10 por semana, lo que aumenta de manera considerable en épocas de festividades decembrinas, por el consumo excesivo de dicha bebida.

Se considera como una enfermedad incurable, progresiva y mortal por la Asociación de Médicos de los Estado Unidos (American Medical Association).

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo determina como “toda forma de embriaguez que excede el consumo alimenticio tradicional y corriente o que sobrepasa los linderos de costumbres sociales”.

La dependencia al alcohol puede resultar de una predisposición genética, una enfermedad mental, el consumo de alcohol abundante, sostenido y abusivo o una combinación de estos factores. Esta enfermedad no sólo afecta al adicto sino también la vida de todo aquel que se encuentra a su alrededor.

Investigaciones recientes sobre genética y neurociencia han identificado ciertas características genéticas que se cree están relacionadas con la dependencia al alcohol, el que no respete edad ni sexo.

Los investigadores continúan indagando el vínculo entre la herencia genética y el alcoholismo. Actualmente no existe una posible cura para esta enfermedad, sin embargo muchos alcohólicos se mantienen sobrios por períodos de tiempo prolongados de acuerdo a su voluntad y compromiso para vencer esta enfermedad.

Pero es innegable que para que un adicto al alcohol pueda recibir tratamiento y llegar a una posible recuperación, primero tiene que aceptar su condición de dependencia al licor, y recibir las terapias necesarias, aunque en muchas ocasiones el individuo recae nuevamente en dicho vicio.

Pero, la responsabilidad no es del todo de la personas o personas que lo vende, es responsabilidad directa del quien lo consume porque sabe los riesgos que representa para su salud y las consecuencias que esto podría genera en su persona, en su familia y en su entorno social.

Los municipios de Córdoba, Amatlán, Fortín, Paso del Macho, Yanga, Atoyac, Omealca, Tezonapa, Orizaba, Ciudad Mendoza, Huatusco y la región de Zongolica, son zonas consideradas como aptas para el consumo de alcohol, todo ello dependiendo de la actividad que realicen sus habitantes, entre los que se pueden mencionar, cortadores de caña, albañiles, obreros, campesinos, trabajadores del volante, y en algunas ocasiones hasta estudiantes que intentan experimentar.

Durante los dos primeros meses del presente año, el número de personas fallecidas como consecuencia de consumo del alcohol, es inferior a las reportadas durante los dos del 2015, según estadísticas consultadas, sin embargo, el alcohol influye accidentes de trabajo, vehiculares, problemas económicos, familiares y lo principal, de salud que en ocasiones llevan hasta la muerte.

En el contexto internacional, México se ubica entre aquellos países que tienen bajas tasas de consumo entre la población estudiantil, pero que, a su vez, reportan incremento del problema.

El uso, abuso y dependencia de esta sustancia tienen un alto costo en la vida saludable además en la productividad laboral y escolar, así como en la armonía familiar y la economía del país.

Los adolescentes representan alrededor de un 30 por ciento del total de la población, por lo que el consumo de alcohol en esta población es hoy en día uno de los problemas de salud pública más complejos que enfrenta nuestra sociedad, que se asocia con otros como la violencia familiar y social.

El alcoholismo es un problema de salud pública, que se acentúa en zonas serranas porque la misma idiosincrasia hace que los padres den de tomar alcohol a sus pequeños hijos, al pensar que así serán más machos o más hombres.

Desafortunadamente el alcoholismo se ha generalizado a todos los sectores de la población, sin importar edad, sexo, religión, porque las zonas urbanas no escapan al problema, aquí se nota otro fenómeno, son las mujeres adolescentes las que ya repuntan, incluso, la prevalencia es 10 de cada 10, están a la par, o en ocasiones superan a los varones.

Por sus repercusiones sobre el nucleo familiar y la sociedad, el alcoholismo se podría considerar la más grave de las adicciones.

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