Córdoba.- Cuando la desigualdad y la deshumanización alcanzan a los menos favorecidos la tiranía queda al descubierto.
Ayer por la mañana, un hombre en situación de calle, en evidente estado de ebriedad se quedó dormido a fuera de una de las entradas laterales del céntrico restaurante de Los Portales, el sujeto yacía en el suelo ante la mirada indiferente de transeúntes y empleados del comercio en cuestión.
La señora Bertha Bernal, dueña de este establecimiento al ver que los medios de comunicación tomaron fotos de la lamentable escena, salió visiblemente molesta junto a una empleada para tratar de retirar al hombre con insultos, haciendo referencia que esta persona daba mala imagen a su negocio, preguntándose si nadie iba a hacer algo para retirarlo de allí; justo en frente un agente de Tránsito observaba el cuadro, sin hacer nada.
A los pocos minutos, un policía, de los que están apostados afuera del Palacio llegó para “deshacerse del problema”, con la punta del pie, de manera despectiva y agresiva despertó al mendigo que por su borrachera no atinaba a levantarse, esto ponía más enojado al policía que no sabía cómo hacerlo reaccionar mientras Bertha Bernal le exigía que hiciera algo y pronto.
De todo este lamentable incidente el doctor José Roberto Galán fue testigo y ante la falta de valores de humildad y empatía con el indigente, el señor decidió ponerle fin a esto reclamando al elemento de seguridad la falta de vocación de servicio y ayudando al hombre a ponerse de pie, quien por la borrachera apenas sabía lo que pasaba, sólo pedía de comer.
Como acto de generosidad pidió a la encargada del restaurante fuera tan amable de venderle un vaso de café y un pan para darle al hombre, ella lo hizo, “a regaña dientes”, después de recibir los alimentos, el integrante del “escuadrón de la muerte” se fue dando tumbos por la calle 1 hasta perderse de vista.
Antes de retirarse el galeno se acercó a los medios de comunicación y dijo “esto es un reflejo de la miseria en la que viven millones de mexicanos,