Cd. Mendoza.- Luego de que fuera reconocido y reclamado formalmente por sus familiares, ayer fue entregado el cuerpo del campesino Lázaro Antonio Alberto, de 50 años, quien murió quemado la tarde del martes, en un incendio forestal que se registró en un cerro de la localidad de Coxolitla de Abajo.
De acuerdo a los peritajes realizados, el ahora occiso fue quien habría provocado el fuego en el que murió calcinado, ya que al parecer se encontraba haciendo limpieza, en unos terrenos que tenía cerca del lugar donde ocurrieron los hechos, donde se infiere que a causa de las fuertes rachas de viento, las llamas se salieron de control rápidamente y lo encerraron.
Presumiblemente durante el siniestro, Antonio Alberto intentó apagar el fuego utilizando ramas secas, pero al inhalar una gran cantidad de humo se desmayó en el lugar, quedó atrapado dentro de las llamas que rápidamente tomaron fuerza y arrasaron con pastizales, maleza y diversa vegetación.
Tras el arribo de los cuerpos de rescate, la conflagración pudo ser controlada por completo, pero no fue posible salvar al campesino, quien quedó tirado entre los restos de unos matorrales, con quemaduras.
Al ser descubierto por pobladores, éstos solicitaron la presencia de las autoridades ministeriales.
Ante el dolor por la tragedia, los familiares del fallecido se negaron a que personal de los Servicios Periciales realizaran las diligencias correspondientes para llevar a cabo el levantamiento del cuerpo, por lo que el médico legista de la Fiscalía, encargado de la necropsia, le practicó la autopsia de ley en el lugar de los hechos.
Horas más tarde, la señora Teresa Antonio Flores, acudió al lugar para identificar y reclamar el cadáver del hombre, de quien dijo acudió al cerro para realizar sus labores como normalmente lo hacía, aunque al parecer esta vez el fuego se le salió de control y perdió la vida.
El personal del Ministerio Público Itinerante ordenó que el cuerpo de Lázaro Antonio fuera entregado a su familia, y que no se iniciara investigación por su muerte, al considerarse que el siniestro pudo haber sido provocado por él mismo.
A través de información proporcionada por la Dirección de Protección Civil del Estado, se conoció que además de acabar con la vida del campesino, el incendio forestal consumió más de dos hectáreas de pastizales y zona boscosa que se ubicaban en el cerro.
Ante estos hechos, las autoridades recomendaron a la población y especialmente a los agricultores tener cuidado cuando realicen quemas de este tipo, debido a los riesgos que esto representa.
