Córdoba.- Un ejemplo de amor a la educación es la que encontramos en profesores como Monserrat Martínez, quien desde muy joven se ha dedicado con especial entrega a la enseñanza escolar.
Las grandes enseñanzas son aquellas en las que la disciplina, entereza y amor por educar a los demás se llevan desde las venas; es así cómo la profesora Monserrat Martínez, demuestra con paciencia el amor para educar a los pequeños. Maestra de preescolar quien cuenta con ocho años de servicio educativo, nos platicó en su salón de clases, cómo se siente después de haber obtenido en la evaluación docente un resultado de mil 461 puntos, considerándose destacado.
“Me siento muy contenta, este puntaje fue para mí algo muy importante, porque avala mi trabajo y lo que más me gusta que es la enseñanza” explicó Monserrat.
Mencionó que obtuvo el tercer lugar a nivel Estado por lo que más que nunca, considera echarle más ganas en su preparación como docente para ser mejor cada día. Sus inicios fueron en el municipio de José Azueta Tenejapan, posteriormente laboró por cuatro años y medio aproximadamente, en la zona 034 de Coscomatepec de Bravo.
Además, trabajó como educadora en las faldas del Pico de Orizaba.
Ella nos dice que, más que educar, considera a todos los cambios un reto para seguir con lo que más ama, que es el proceso de enseñanza-aprendizaje en los más pequeños.
“Hace dos años que llegué a la Zona 035 de Córdoba Preescolar Federal, gracias a todo lo que he aprendido y el valor obtenido en mis puntuaciones, he sido merecedora del reconocimiento”, expuso la profesora.
A Monserrat Martínez se le reconoce su trabajo, por lo constante y preparada que es, ya que indica que su plaza la obtuvo por su trabajo y no por herencia y eso la llena de satisfacción. “Cuando consigues por ti mismo las cosas, siempre tendrás una gran satisfacción de tus logros” expresó.
Para ella es importante la relación de padres, hijos y docentes ya que si los tres se encuentran en sincronía, se trabaja mejor con los alumnos.
