Ciudad Mendoza.- Alrededor de 10 mil familias del municipio y de Nogales que colindan con los ríos La Carbonera y Chiquito dependen de que la Conagua, Pemex y las autoridades draguen las presas retenedoras de sólidos El Infiernillo que se encuentran a su máxima capacidad, de lo contrario pueden sufrir los estragos de las lluvias.
El presidente del Comité vecinal de Protección Civil de las colonias Prado y Bosque, Manuel Ortiz Morgado, dijo que desde hace 11 años cuando padecieron las afectaciones por la barrancada y la explosión de los ductos de Pemex que ocasionó el mal estado de las estructuras, el temor es latente en esta época del año.
Manifestó su preocupación y la de los colonos vulnerables para que las autoridades emprendan las acciones preventivas correspondientes, porque de las condiciones de las presas depende prevenir barrancadas y por ende desbordamientos de los afluentes e inundaciones de las viviendas.
Esperan que las autoridades atiendan sus quejas.