Michoacán.- El 27 de junio de 2014, el líder de autodefensas de Michoacán, José Manuel Mireles, y decenas de integrantes de su grupo, fueron detenidos por fuerzas federales, acusados de portación de armas de uso exclusivo del Ejército, las mismas que usaron para combatir al crimen organizado meses atrás.
A casi un año ocho meses de las detenciones, el líder más visible de las autodefensas continúa preso en un penal de Sonora, desde donde incluso ya ha pedido “perdón” al Gobierno mexicano.
Semanas antes de ser aprehendido, en mayo de 2014, Mireles pidió un diálogo directo con el presidente Enrique Peña Nieto, pues consideró que no tenía buenos “asesores” ya que no le decían “la verdad” de lo que ocurría en Michoacán; “mientras nosotros enterrábamos a nuestros muertos, a ti te decían que no pasaba nada”. “Ojalá me escuches”, dijo en aquel momento.
El diálogo no llegó, pero sí la cárcel.
Encerrado y enfermo, al paso de los meses, su talante cambió. “Aprovecho este mensaje para pedirle perdón al Gobierno mexicano”, dijo en un mensaje leído en enero pasado, que hizo público a través de su hermana, Virginia.
“Perdonen mi desobediencia civil“, insistió.
