Córdoba.- La presión social por “encajar”, cumplir con los estereotipos y la propia baja autoestima, son factores que afectan el libre desarrollo de los jóvenes. Recién transcurría la primera semana del mes cuando se publicaba la noticia del fallecimiento de una joven de 24 años víctima de un paro cardíaco, quien se presume padecía anorexia.
El deceso se registró en la Iglesia de San José Obrero, ubicada en la avenida 9 entre calles 12 y 14. Según testigos la joven tenía una apariencia demasiado delgada, lo que ocasionó fallas en su sistema cardíaco y convulsiones.
LA ANOREXIA Y BULIMIA
El término anorexia; tiene su origen en la lengua, se trata de un síntoma frecuente en distintas enfermedades y estados fisiológicos que consiste, en la reducción del apetito lo que puede llevar a que la persona comience a ingerir menos alimentos.
Mientras que la bulimia; consiste en la ingesta o “atracones” de comida para después provocarse el vomito. En ambos casos se les relaciona con trastornos alimenticios que pueden ser resultado de problemas físicos, adicciones o neurológicos, en algunos textos se intuye que el principal factor que colabora con su desarrollo es la cultura, el estereotipo social de belleza.
Se cree que ambos padecimientos iniciaron desde la década de los 80´s, cuando inclusive las modelos de las pasarelas y actrices de televisión, debían someterse a rigurosas dietas para presentar una imagen mucho más delgada.
ADOLESCENTES MÁS EXPUESTOS
A decir de la psicóloga, Ana Laura Castillo; durante la adolescencia hay mayor presión social por ser aceptados. Los jóvenes buscan desde tener el celular de moda, la ropa de marca y la mejor figura, que les permita ser ingresar y mantenerse en los diferentes entornos sociales.
En contradicción, México sigue siendo uno de los países con la mayor cantidad de habitantes con problemas de sobre peso y obesidad, así como con problemas de desnutrición. Sin embargo, Castillo asegura que la anorexia y la bulimia “son un punto aparte”, puesto que en muchos de los casos se trata de pacientes que logran pasar desapercibidos, esconden la comida, hacen ayunos cada vez más largos, o vomitan cada vez que pueden.
BOMBARDEO CONTINUO
Uno de los principales problemas sociales que la especialista considera importantes, es que los medios masivos de comunicación forman un papel formativo en la educación de los niños y jóvenes. La necesidad de que ambas figuras paternas trabajen, obliga al menor a crecer siguiendo las modas de los contenidos informativos.
Las familias casi nunca logran detectar el problema, pues por la falta de contacto con los hijos, se llega a pensar que buscan ser “esbeltos” y por eso cuidan su alimentación. Otro de los errores de los paterfamilias, es que no logran entender que un trastorno alimenticio, es un padecimiento mental que en muchos de los casos llevan a la muerte del enfermo.
“NADIE DIJO QUE FUERA FÁCIL SER UNA PRINCESA”
A través de internet, circulan diversas páginas que promueven ambos trastornos, una de ellas se encuentra bajo el nombre “Amigas Ana y Mía”. De acuerdo a el contenido, ofrecen intercambio de métodos para la reducción rápida de peso, tips, dietas y hasta carreras para ver quien pierde la mayor cantidad de peso en el menor tiempo.
Castillo insiste que este tipo de espacios, son cada vez más comunes y demandados por los jóvenes, pues reitera que la falta de atención de los tutores, facilita la visita y seguimiento de contenidos de este genero.
ASPECTOS DE LA ENFERMEDAD
Los jóvenes, buscan mantenerse siempre a dieta eliminando los carbohidratos, las grasas, las proteínas y en casos más extremos, los líquidos; sumándole laxantes, purgas o vómitos.