Cd. de México.- Si bien la administración de Enrique Peña Nieto presume discursos sobre el “desarrollo sostenible”, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) observó que, en materia de política ambiental, las instituciones no se encuentran a la altura: mientras la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) se maneja sin objetivos claros ni datos confiables, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) prácticamente no sanciona los delitos contra la naturaleza.
Lo anterior se desprende de cuatro reportes sobre la cuenta pública 2014 que publicó el órgano fiscalizador, el cual aseveró que “la Semarnat no ha gobernado el problema público, ya que sus acciones de prevención, control, restauración y preservación (…) no han logrado revertir la tendencia de la contaminación ambiental”.
Durante los primeros dos años de la administración de Enrique Peña Nieto los recursos ejercidos por la Semarnat, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Procuraduría Federal de Protección Ambiental (Profepa) en programas que tienen incidencia en contaminación ambiental sufrieron un recorte de 500 millones de pesos, al pasar de 7 mil 560 millones a 7 mil 60 millones de pesos, indicó la ASF.
En 2014, este monto representaba apenas el uno por ciento de los 766 mil millones de pesos que costó la degradación de la calidad del aire, del agua y del suelo en México; mientras que según la Semarnat, 72.2 millones de mexicanos viven expuestos a un aire de mala calidad y el número de sitios contaminados se disparó en un 253 por ciento entre 2000 y 2013.