Orizaba.- Joyerías, centros de empeño y la mayoría de comerciantes instalados en los cuatro mercados de la ciudad, están obligados a calibrar sus básculas tanto electrónicas como las tradicionales de pesas, de no hacerlo y ser detectados por la Procuraduría Federal del Consumidor, se harán acreedores a sanciones económicas que van desde apercibimientos a multas máximas de 20 mil pesos.
El encargado de la oficina local de la Procuraduría Federal del Consumidor, Martín García Limón, explicó que los negocios tienen como fecha límite el mes de mayo para cumplir esta disposición de la que nadie está exento.
Sin embargo, en caso de que no cumplan con esta disposición, se harán acreedores a una sanción.