Córdoba.- Locales cerrados, falta de apoyo municipal y bajas ventas son parte de las quejas constantes que comerciantes del mercado La Isla tienen, incluso desde los primeros meses de haber sigo inaugurado este lugar, sin que sus llamados tengan eco.
Con el fin de terminar con el ambulantaje y ante la necesidad de un zoco similar al Revolución, se proyectó la creación del mercado La Isla, para el cual se gestionaron recursos estatales provenientes del Fideicomiso del 2 por Ciento a la Nómina, todo esto proyectado durante la administración municipal a cargo de Francisco Portilla Bonilla y durante el mandato de Fidel Herrera Beltrán.
Sin embargo, por ser un recurso multianual, fue imposible evitar que la obra se retrasara, por lo que su entrega quedó a manos de Juan Antonio Lavín Torres y Herrera Beltrán. Fue hasta el 25 de abril del 2009 que ambos mandatarios finalmente abrieron las puertas de este recinto, que fuera ejecutado por la constructora Pitalúa y Asociados, que durante el sexenio de Herrera Beltrán tuviera gran parte de obras estatales.
En el proyecto inicial, La Isla cuenta con 748 locales además de ocho fondas, 17 carnicerías, ocho pollerías y 10 pescaderías, cuatro bodegas, 13 accesos al mercado, patio para maniobras con capacidad para seis camiones tipo torton, un área para basura con capacidad en donde puede estacionarse un camión recolector, área de estacionamiento, paradero para dos autobuses y sitio de taxis.
Con la inauguración de este mercado se proyectaba detonar esta zona de la ciudad al abrir un nuevo punto comercial y que por estar cerca de la Central Camionera vendría a generar un círculo económico.
Sumado a ello, la Cámara Nacional de Comercio Córdoba (Canaco), anunciaba la instalación de cinco empresas, una tienda ancla acompañada de otros comercios medianos de la ciudad, e incluso se hablaba de instalar al menos dos franquicias de restaurantes de comida rápida, pues se auguraba a La Isla como una promesa económica y que tendría un crecimiento mayor con estas empresas.
Sin embargo, la falta de ventas hizo llegar rápidamente los reclamos a las autoridades a quienes les exigían más promoción, misma que no llegaba, esto generó que poco a poco se fueran cerrando los comercios, pues los locatarios se iban a la quiebra, veían perder su patrimonio y optaron por salir de nuevo a las calles.
Esta situación también desalentó a la iniciativa privada que fue postergando la instalación de comercios, hasta definitivamente deshacerse de esta idea que era una esperanza para los locatarios.
A siete años de su inauguración, las expectativas para La Isla han quedado en el olvido y cada vez son más los locales abandonados por la falta de ventas, pues los apoyos de los diversos gobiernos municipales son temporales y sin grandes resultados.
Y es que además de publicidad temporal, se han adoptado acciones como convertir la calle anexa en el recinto anual de la Feria del Juguete, asimismo, su estacionamiento se ha convertido en el espacio para la venta de pinos, pese a ello, todo apunta a que La Isla no logrará convertirse en el proyecto que tanto ansiaban las autoridades municipales.
Una vez más, la reactivación de La Isla se vuelve promesa de Tomás.
Durante el 2015, el alcalde Tomás Ríos Bernal, una vez más signó su promesa de reactivar este mercado, tal como sucede cada año con cada administración que celebra el aniversario del zoco.
Tras partir el pastel, el edil prometió reactivar en un 100 por ciento este mercado con una fuerte promoción, realizando eventos y ofertas de productos, todo con el fin de atraer más consumidores.
“Vamos a seguir trabajando en función de que tengan una mejor forma de percibir sus recursos, La Isla es un mercado muy bonito y muy bien situado, lo que necesitamos es que vengan más locatarios a ofertar otro tipo de productos para que la gente pueda tener variedad”, expresó hace un año el Alcalde.
Incluso, prometía que todos estos resultados se estarían concretando a finales del 2015, gracias a los diversos eventos que se estarían realizando para aumentar las ventas.
Las cifras encontradas…
En este momento y según las cifras dadas por el director de Desarrollo Económico, Adrián Perez Croda, en el 2015 La Isla tenía en función el 80 por ciento de sus locales, es decir, 450 de 200 que funcionaban en el 2014. Sin embargo, en los primeros días de enero el encargado de mercados reconoció que aún imperan los locales en abandono, por lo que serán cancelados a fin de que sean entregados a otro comerciante con posibilidades de ampliarse.
A la fecha, dijo, se han cerrado un promedio de 150 locales, que si a esta cifra se le resta a los 450 que operaban el año anterior —según Pérez Croda—, entonces lejos de reactivar La Isla de nueva cuenta va a la baja su funcionamiento con un total de 300 negocios abiertos.
No obstante, contrario a las promesas todo apunta a que sigue en pique el funcionamiento del mercado, pues se anuncia un nuevo cierre de locales que siguen abandonados, por lo que la administración en turno tiene como proyecto que los comerciantes amplíen su espacio a fin de evitar lugares desocupados, de tal forma que quien tenga en activo su local y el aledaño esté cerrado tendrá opción de solicitarlo a Comercio y así crecer de uno a dos áreas su negocio, esta es la nueva apuesta que se le hace al mercado La Isla, obra a la que le quedaron cortas
las promesas.