Camarón.- El pueblo camaronense estaba con sus muchachos, aquellos jóvenes deportistas que llegaron a la final de fútbol en la categoría Reservas y que jugarían ante su similar de la Juve California, en los campos de La Soledad, en Río Seco; quedara en primero o segundo lugar sería un día de fiesta en el municipio.
Familiares de ellos se levantaron a las 5 ó 6 de la mañana para preparar un lunch para el camino y para disfrutar el partido que por primera vez el equipo en desgracia jugaría, algo histórico para ese municipio, el cual a sus 30 años de fundado por la familia Molina, no habían llegado.
Para Ramón Molina, ex jugador de este equipo, no podía expresar lo ocurrido, incluso no se podía acordar de la fundación del equipo debido al shock que presentaba por la tristeza que los envolvía a ellos y a su familia.
Según algunos testimonios de los dolientes, a los jugadores les habían enviado equipo deportivo como tacos, playeras, sudaderas y demás artículos directamente de Estados Unidos, para estrenarlos en la final, su padrino, Carlos Vega Alarcón, fue quien les envió estos presentes, sin embargo, ya no pudieron ocuparlos en esa contienda.
Cartero de oficio, futbolista de corazón
Otra de las víctimas del accidente fue Plutarco Molina Vera, quien a sus 46 años no se perdía ningún encuentro de fútbol, ya que cada domingo se alistaba para viajar con el equipo de sus sueños.
Era cartero en la ciudad de Veracruz, desde hace más de 15 años, Molina Vera se levantaba desde las 4:00 horas y por la cercanía de Camaron de Tejeda con el Puerto jarocho se enfilaba para trabajar en lo que más le gustaba.
Sus compañeros que acudieron al funeral lo recordaron como una persona amable y de buenos sentimientos, que no se metía con nadie y limpio en su trabajo; llevaba todas las cartas a su destino y no había reportes de mala actitud en su labor.
La tarde de ayer viajó a otro destino del que nadie regresa, su esposa y familia lo recordarán como una persona a la que siempre le apasionaba el fútbol y en su trabajo como uno de los mejores carteros que tuvo Camarón de Tejeda.
Su amor hasta la muerte
Marilyn Pérez Ortega y Eder Eduardo Herrera Chazarín, ambos de 22 años y estudiantes de la UV, eran muy unidos, él siempre se encontraba en casa de ella, visitándola como su novia que era, siempre hablando de fútbol, eran fervientes apasionados del balompié.
Las familias de los enamorados decidieron que ambos se velaran en el domicilio de Marilyn, pues era el punto de reunión para verse todas las tardes y así platicar de muchas cosas que les interesaba comúnmente a ellos. Ambos se conocieron en la escuela, tenían muchos pasatiempos en común por lo que la amistad que tenían inicialmente se fue convirtiendo en amor hasta llegar a ser novios, así lo relataron algunos de sus amigos.
Tenían 3 años de relación, hijos, amigos, familiares excelentes, así los recordaron sus consanguíneos, siempre ayudándose entre ellos para salir adelante, pues tenían planes a futuro de formar una familia.
Ella no iba a los partidos frecuentemente, pero éste no se lo podía perder, era un logro más para su novio y tenía que ser partícipe de esa alegría, por lo que decidió ir a apoyar y echarle porras a su amor.
La mañana del pasado domingo los enamorados quedaron juntos en aquel accidente y subieron al cielo los dos, quedando su amor hasta la eternidad como lo habían soñado desde que iban a la escuela.
La Rectora de la UV envió condolencias a familiares de los estudiantes fallecidos en Atoyac.