Iniciaron las posadas

ORIZABA.- Al comenzar las tradicionales posadas se da un paso en actos de piedad popular, es una expresión de los pueblos pero hay que rescatar la historia de la salvación, la preparación inmediata a la llegada del Hijo  despertando los signos de la hospitalidad, máxime en el marco de un año de la Misericordia, explica el liturgista de la Diócesis de Orizaba, Javier Onofre Valeriano.

 

Las posadas son un llamado a observar la obediencia de María y José ante las realidades de su tiempo, porque tuvieron que emigrar y pedir ayuda entre la humanidad.

 

Por eso se pide posada, se invita a despertar los sentidos de la solidaridad, la hospitalidad, el acompañamiento y la convivencia, es decir, fiestas teniendo como centro un sentido religioso, en muchos casos, refirió.

 

En Orizaba tratando de rescatar las tradicionales posadas, la plaza Río se abre como un foro a todos los grupos de edad. Ahí la población puede llegar libremente y hacer sus convivios, claro, respetando las reglas de Comercio y días que ya están calendarizadas algunas actividades, informó el encargado de la misma, Héctor Sarmiento.

 

Advirtió que sólo tienen que reportarse a esta oficina situada en la planta superior de la Dirección de Comercio y ahí solicitar informes para contagiarse de las convivencias públicas, sanas y tradicionales como son las posadas.

 

En días pasados se realizó exitosamente el concurso de piñatas y ganaron aquellas cuya creatividad y originalidad presentaron comerciantes, profesores y alumnos que elaboraron nochebuenas, un pavo y una muy tradicional con las características de la piñana mexicana.

 

Asimismo, hoy se realiza el concurso de ramas, aludiendo a la autenticidad de los villancicos y adaptándose a las costumbres de Orizaba.

En los templos católicos de la Diócesis están programadas las tradicionales posadas desde el día 16 hasta el 24.

 

Acuden tanto niños de catecismo como aquellos que simplemente se suman a la fiesta, en todos los casos se les catequiza y se hace la tradicional posada meditando el peregrinar de María y José, hasta obtener la respuesta de acoger a los peregrinos, se reparte colación a los asistentes y sobre todo se rompen algunas piñatas.

 

En lugares como Ixtaczoquitlán no sólo se hacen posadas en la parroquia sino en cada barrio y por mayordomías, donde llegan a reunirse hasta mil personas.