Pánico por secuestros 

COSOLAPA.- Comerciantes de la zona se encuentran sumidos en la zozobra debido a los presuntos casos de secuestro que se han efectuado en contra del rubro; hasta hace algunos días dichos reportes habían trascendido de manera extraoficial limitándose tan sólo a la difusión de rumores entre los pobladores, pero versiones policiacas corroboraron que el pasado miércoles, el hijo de un veterinario fue privado de su libertad por un comando armado.

 

“Por seguridad de la víctima no se aportó información, la familia mantuvo contacto con los secuestradores en todo momento estableciendo una negociación y de hecho el caso estuvo bastante hermético”, aseguró la Policía municipal.

 

Cabe señalar que el hijo de un veterinario de la zona cosolapeña fue levantado por un comando armado cuando caminaba a la altura de las vías del ferrocarril rumbo a la escuela primaria Francisco I. Madero de la colonia conocida como Barrio Bravo.

 

Fuentes de allegados al cautivo, aseguraron que un día después de haberlo secuestrando los captores lo liberaron, no sin antes recibir el pago correspondiente al rescate, aunque esta versión aún no es corroborada por las autoridades.

 

El caso que más conmocionó a la población fue el ocurrido el pasado 29 de noviembre, cuando el tesorero del Ayuntamiento de Cosolapa, Aldo Genaro Velásquez Rodríguez, fue interceptado por sujetos armados a la altura de Puente Nuevo, en la Estación Refugio de Cosolapa, aproximadamente a las 18:00 horas mientras se dirigía a realizar algunas diligencias, el funcionario fue reportado como desaparecido por la mañana, iniciando autoridades municipales una intensa búsqueda activando retenes y bloqueos en las principales salidas de la zona.

 

Desafortunadamente el desenlace del plagio fue fatal pues en el primer día del mes en curso, fue hallado sin vida en una brecha ubicada en la comunidad  de Almolonga, aproximadamente a 47 metros de la carretera federal a la altura de Puente Volteado alrededor de las 09:00 horas; el cuerpo presentaba al menos dos impactos de bala en el tórax y a la altura del hombro, huellas de tortura y el tiro de gracia.

 

Las autoridades se han mostrado incapaces ante el modus operandi de los delincuentes, quienes a plena luz del día han logrado su cometido transitando libremente por el territorio oaxaqueño y en la zona limítrofe con Veracruz donde hasta el momento se ha convertido en tierra de nadie, registrando distintos robos a mano armada siendo el principal blanco, los comerciantes de la zona y foráneos quienes se aventuran a transitar por el lugar.