Llaman obispos a la conversión

ORIZABA.- Los ocho obispos del estado de Veracruz emiten su mensaje de Navidad “Un año de Misericordia, de paz y de esperanza”.

 

En sintonía con el mensaje del Papa Francisco, los obispos insisten en el llamado a la conversión a los que hacen el mal a través de la violencia y el crimen, a quienes generan o propician corrupción ocasionando dolor y marginación. Para todos ellos, el cambio de actitud es una exigencia y una esperanza con la que podrían darle un giro importante  a sus vidas.

 

Los integrantes de la Provincia Eclesiástica de Xalapa, en ocasión de la Navidad y del año nuevo, ligaron el Jubileo Extraordinario de la Misericordia, indicando que este año no significa eludir las realidades en la que alternan o conviven esperanzas, angustias, gozos y tristezas, que afectan al que perdió un familiar víctima de la delincuencia, hasta a aquel que espera el regreso de quien desapareció.

 

La vida actual considera a todos aquellos que circulan entre calles, barrios y poblados marcados por episodios y víctimas de violencia, engaño, injusticia, inseguridad y otros signos que hablan de una cultura de relativismo, de pecado y muerte.

 

Los obispos puntualizan en que hay familias que atraviesan por momentos de dolor, impotencia o angustia, incompletas por la ausencia de un miembro del hogar, sea por la migración, la delincuencia o desaparición.

 

 A esto, se suma la confusión, incertidumbre y decepción por una realidad de marginación, muchas veces fruto de la ineficacia, de la corrupción, o la falta de transparencia en la administración y rendición de las cuentas públicas, dicen en el mensaje los jerarcas de la Iglesia Católica.

 

El Jubileo de la Misericordia implica una llamada a ser agentes de sanación y construcción de una realidad que regrese a todos su dignidad humana vulnerada, a través de la verdad y la justicia restaurativa.

 

Por ello el Santo Padre Francisco, en sintonía con el Evangelio, quiere que la invitación a la conversión llegue con mayor insistencia a los que hacen el mal.

Insiste en que la palabra del perdón debe llegar a todos y se tiene que experimentar la misericordia, por ende, no dejará a nadie indiferente.

 

El llamado a la conversión está enfocado en aquellas personas que se encuentran lejanas de la Gracia de Dios, debido a su conducta de vida, “pienso de modo particular en los hombres y mujeres que pertenecen a algún grupo criminal cualquier que éste sea. Por vuestro bien os pido cambiar de vida. Os lo pido en el nombre del Hijo de Dios que si bien combate el pecado nunca rechaza a ningún pecador”, así retoman el mensaje los obispos.

 

Finalmente, la misiva también señala que aunque se tuvieran muchas razones para no creer o desalentarse, se insiste en la invitación para levantar la mirada y contemplar al Mesías, a aquél que vino a salvarnos, a dar sentido y alegría en cada día de nuestra vida.