Tomatlán.- A sus 84 años, con sus manos, ahora deformadas por la artritis, el pintor independiente Leonardo Croda García sigue consiguiendo matizar la belleza de la naturaleza y del ser humano por medio de sus pinturas.
Desde la primaria, don Leonardo ya comenzaba a demostrar el talento que tenía dibujando. Sin embargo, la falta de oportunidades lo hizo migrar de su natal Tomatlán —un pueblo con a penas 10 mil habitantes quienes dependen del campo—, a penas después de cumplir la mayoría de edad.
En un cuarto que sirve de dormitorio y como su estudio de arte, sentado en una pequeña pero cómoda cama, rodeado de medicamentos que le ayudan a controlar la enfermedad en sus manos, el artista recuerda sus comienzos en la primaria Amado Nervo.
“Mis maestros me ayudaron a descubrir la facilidad que tenía por el dibujo. Me dijeron que el dibujo donde quiera lo podía llevar. Yo he viajado mucho con el lápiz en la mano”, narra.
Recuerda que cuando abandonó el municipio, se embarcó en la Marina-Mercante, le sirvió para desarrollar más su talento, pues al embarcar en los distintos puertos del País, su habilidad para pintar lo hizo ganarse algunos pesos.
“Mucha gente se me acercaba y me pedía que los dibujara, pintaba los paisajes, y mis compañeros me pedían que hiciera sus retratos como recuerdos de donde íbamos”.
El destino lo llevó hasta Tlatlauquitepec, un pueblito ubicado en el estado de Puebla, en donde encontró a la mujer con quien se casó.
En ese pueblo él pintó el escudo principal del Ayuntamiento.
Don Leonardo ha pintado todo tipo de pinturas, y ahora está trabajando con la imagen de Virgen de la Inmaculada Concepción. En su pueblo es conocido, pero jamás ha recibido un reconocimiento por su trayectoria.