Colombia.- Durante esta semana se dio a conocer el texto del decreto 2293, que reduce el impuesto a la importación de azúcar, mediante la modificación del arancel máximo que determina el mecanismo del Sistema Andino de Franjas de Precios (SAFP); ahora, según la norma, no será superior al 70 por ciento.
El SAFP fue diseñado para estabilizar los precios de los productos; cuando el precio internacional es bajo, incrementa el arancel protegiendo al productor, y cuando el precio es alto, resguarda al consumidor, reduciéndolo, para llegar incluso hasta 0 por ciento.
Sobre del tema, la Asociación Colombiana de Productores y Proveedores de Caña de Azúcar (Procaña) reiteró la preocupación sobre la inestabilidad jurídica del sector y el Sistema Andino de Franja de Precios, que “ha demostrado su eficacia en la protección al consumidor, y al productor nacional dependiendo el caso”.
En un comunicado, el gremio dice que “la política del Gobierno de reducir los aranceles va en contravía de lo que ocurre en el mundo azucarero, que es uno de los más distorsionados; mientras aquí bajan los aranceles, en el resto de países los suben.
“Si el desceso del arancel al 70 por ciento se hubiese dado en 2015, el ingreso bruto del cañicultor se hubiera reducido en 5 por ciento, lo que significa una merma del 25 por ciento de la utilidad”, dijo Procaña.
Un analista del sector indicó que esta es una mala señal para el sector agropecuario del país, pues el Gobierno está reduciendo los instrumentos de promoción a la producción.
Se calcula que, a consecuencia inmediata de la firma del decreto, “la industria queda con mayor exposición a los mercados internacionales, distorsionados por las normas de protección interna en los países productores de azúcar miembros de la Ocde y desarrollados”, concluyó el analista consultado.
Según el especialista Andrés Espinosa Fenwarth, el agro ha crecido un promedio anual de 3,5 por ciento en el mundo, mientras que el de Colombia, sólo el 1,5 por ciento.
En concepto de Espinosa, los inventarios de azúcar en el mundo son muy altos, pero la la rentabilidad del negocio está en declive.
En su análisis, ‘Mitos y realidades de la producción azucarera mundial’, expone 15 instrumentos de política económica, diseñados para proteger la industria azucarera mundial, como los vigentes en los Estados Unidos, la Unión Europea, Australia y Brasil, entre otros.