Caracas.- Luchador, militar, político, presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Hugo Chávez fue todo ello, pero probablemente sí lo tuviéramos que definir no será por sus cargos o ideologías, sería por su forma de ser.
Hugo Rafael Chávez Frías nació el 28 de julio de 1954 en el seno de una familia humilde. A los 17 años se unió al Ejército, del cual egresó en 1975 con el grado de subteniente. Su educación marcaría su forma de hacer política y gobernar.
Fue cofundador del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200, mismo que, en 1992, encabezó un fallido Golpe de Estado contra el entonces presidente Carlos Andrés Pérez. Por esto, Hugo Chávez fue encarcelado durante dos años.
Paradójicamente, ya como presidente, Hugo Chávez, fue el mayor crítico de los Golpes de Estado.
A la Presidencia de Venezuela llegó democráticamente en 1998. Entre sus primeras promesas, Chávez garantizó la estabilidad económica y financiera.
Poco le valió después, tanto que, de acuerdo con la oposición venezolana, llegó a expropiar hasta 100 empresas por mes.
Desde el principio de su Presidencia, Hugo Chávez escogió a los que serían sus enemigos constantes: Estados Unidos, el capitalismo y lo que llamó el imperialismo yanqui.
Otros enemigos lo consideraron a él: en 2002 sufrió un Golpe de Estado; éste sólo duró dos días tras los cuales Chávez recuperó su Presidencia.
Su discapacidad era notable. Siempre acompañado por su protagonismo. Cada domingo conducía el programa Aló Presidente que, en promedio, duraba seis horas al aire y en vivo. En el décimo aniversario de las emisiones se prepararon cuatro días de transmisión con pausas.
Pero mayor que su capacidad discursiva, fue su habilidad para sortear problemas o esquivarlos.
Polémico como fue, Hugo Chávez supo colarse siempre en el centro del debate. No pocos fueron víctimas de sus palabras: Alan García, George W. Bush y el Rey de España, entre otros.
Desde su arribo al poder, Hugo Chávez promulgó una reforma para permitir la reelección presidencial. Primero por un periodo y en 2009 una nueva reforma hizo posible una reelección ilimitada.
Aunado a sus polémicas, las reformas le dieron frutos: Desde que ascendió al poder no lo abandonó hasta su muerte.
Ganó en total 4 elecciones presidenciales, aunque vio truncado su objetivo gobernar hasta 2031.
Al final, su verdadero enemigo, el que sería capaz de ganarle la guerra fue su salud.
La primera batalla la libró en 2001: cáncer.
Tras ser operado y sometido a un tratamiento con quimioterapia en La Habana, Cuba, el mandatario reapareció, listo para una batalla electoral, la última que ganaría.
Aún en 2012, antes de ser nuevamente reelecto, volvió a La Habana para ser operado una vez más.
Tras las elecciones, y con serios temores por su salud, el propio Chávez se anticipó a su muerte en diciembre de 2012.
“Si se presentara, como dice la Constitución, una circunstancia sobrevenida, así dice la Constitución, que a mí me inhabilite, óigaseme bien, para continuar al frente de la Presidencia de la República bolivariana de Venezuela. Nicolás Maduro debe, no sólo concluir, como manda la Constitución, el periodo, sino mi opinión firme, plena como la luna llena, irrevocable, absoluta, total, es que en ese escenario que obligaría a convocar, como manda la Constitución, de nuevo, a elecciones presidenciales, ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente de la República Bolivariana de Venezuela”.
Agencias
