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EL BURLESQUE

El supuesto nuevo PRI que se pregona desde el fin de semana tras la asamblea nacional en la que se eliminaron las restricciones estatutarias para apoyar decisiones que son típicas de una corriente de derecha – entre ellas el gravar con el Impuesto al Valor Agregado (IVA) a los alimentos y las medicinas, dañando así a los más pobres, y la intención de privatizar el sector petrolero- es una farsa. La “modernización” del tricolor sólo lleva como novedoso la institucionalización del presidencialismo que fue incluido en su normatividad interna y oficializará que desde Los Pinos se tomen todas las decisiones del partido. El “dedazo presidencial” ya tiene carta de aceptación, pues.

 Lo demás es mero burlesque, como dicen en el argot político, y al dinosaurio no le cambiaron ni una escama, sigue intacto. Y prueba de lo inamovible de las viejas mañas es precisamente el “dedazo” para la selección de los abanderados a cargos de elección popular y que algunos maquillan con el término de “candidatos de unidad”. A nivel local es lo que se ha ensayado siempre y se utilizará nuevamente en el proceso electoral vigente. Basta revisar los prospectos priistas en las principales plazas políticas de la entidad para corroborar que la militancia no será la que los designe a los candidatos. Las convenciones municipales y distritales serán mero burlesque pues la selección será tomada en Palacio de Gobierno en Xalapa.

 Así, para contender por las alcaldías de Córdoba, Fortín y Orizaba se elegirán por “dedazo” a los empresarios Salvador Abella García, Armel Cid de León y Juan Manuel Diez Francos. Los dos primeros sin experiencia en trabajo político y cuyo mérito es ser yernos de hombres adinerados, magnates que se han erigido también como financiadores del PRI desde hace tiempo – Othon Porres Bueno y Domingo Muguira – y obviamente la lectura es que su postulación es un acuerdo entre Palacio de Gobierno y los suegros. No hay más y de allí vendrá el sometimiento de las bases priistas para que los arropen como propios, como “candidatos de unidad”.

 De Díez Francos por lo menos se puede decir que ha estado en la refriega electoral desde el 2008 cuando compitió por vez primera por la alcaldía de Orizaba aunque su nombramiento para buscar de nueva cuenta ese cargo edilicio también va en el paquete de las imposiciones. Esto ya provocó inconformidades pues el ex diputado federal, Fidel Kuri Grajales agarró sus maletas y se fue del tricolor azotando la puerta tras de sí. La especie que corre es que Kuri sería abanderado de algún partido de oposición en La Pluviosilla para jorobarle el asunto a Diez Francos y para ello le inyectará carretadas de dinero a su promoción pues si algo le sobra a este señor es el efectivo y obviamente, todos saben que en Veracruz la mayoría de las veces las elecciones se ganan “a billetazos”. Será un duelo de dinero si es que Diez Francos decide gastar su peculio para hacerle frente a Kuri Grajales.

 Al igual que en la zona Centro, en Veracruz, Boca del Río y Xalapa, la capital del estado, los candidatos priistas a las alcaldías tampoco serán electos por la militancia. En los tres lugares ya están cantados los competidores del tricolor. Para Veracruz será el empresario heredero de la cadena de tiendas de electrónicos Contino, Ramón Poo Gil, hijo del ex alcalde Gerardo Poo Ulibarri, en Boca del Río, otro empresario, Sergio Pazos Navarrete, sobrino de los dueños del corporativo Pazos, propietarios de varias radiodifusoras y para Xalapa no es un empresario sino el diputado local Américo Zúñiga, hijo de un “grillo” que se hizo millonario haciendo negocios con la política, Guillermo Zuñiga Martínez, viejo aliado del ex gobernante estatal, el innombrable, al que ayudó a legitimar su postulación como abanderado del PRI a la gubernatura en el 2004.

 De la misma forma las postulaciones a las diputaciones locales también se darán por un centralazo. Sin embargo, un común denominador de todos estos lugares donde se impondrá candidato a los priistas es el pronóstico nada halagüeño para ese partido. Salvo Orizaba donde la oposición está desdibujada y no tomando en cuenta la posible postulación de Kuri Grajales, en el resto de municipios los sondeos realizados demuestran una tendencia de los ciudadanos a repudiar al PRI por dos motivos principales: los malos gobiernos municipales y de la administración estatal.

 Adicionalmente habría que sopesar si la militancia aceptará una vez más que haya sido excluida de su derecho, según los estatutos, de elegir a sus candidatos o tome revancha, como ya lo ha hecho antes, paralizando los brazos y no promocionar ni votar por los abanderados impuestos.  De ahí que los comicios del mes de julio no serán nada fácil para los priistas y algunos pronósticos aseguran que no logrará conservar las 82 alcaldías conseguidas en las últimas elecciones locales del 2010 y lo más duro, perdería las principales ciudades que son centros económicos y políticos, al igual que los distritos más importantes. Por lo tanto el periodo de precampaña entre aspirantes a la nominación, que se inició el domingo pasado, no es otra cosa que un simple burlesque. Las decisiones no las tomarán los priistas de a pie.

 

LA PLAGA II

En la plaga de saltamontes, grillos y langostas que se aproxima destacan al menos cinco diputados federales, de todos los partidos políticos, que dejaran inconclusa la gestión para lanzarse a una nueva aventura electoral aún cuando apenas iniciaron su periodo legislativo en septiembre del año pasado. Del PRI destacan los chapulines Diez Francos, diputado por Orizaba y que quiere volver a la alcaldía, y Joaquín Caballero Rosiñol del distrito de Coatzacoalcos que también aspira a ese Ayuntamiento sureño.

Del Partido de la Revolución Democrática (PRD) está Uriel Flores Aguayo, diputado por Xalapa Urbano y quien es el prospecto más fuerte para la alcaldía de la capital del estado. Claro, si antes logran superarse los entuertos entre sus colegas perredistas que están envueltos en un zafarrancho pues fueron infiltrados por la fidelidad.

 No es un secreto que Flores Aguayo es la única carta fuerte que tiene la oposición para arrebatarle la presidencia municipal al tricolor pues ni siquiera un abanderado panistas alcanza el respaldo ciudadano que ya tuvo Flores Aguayo en la contienda del año pasado. En el puerto de Veracruz, está por saltar un chapulín azul, Rafael Acosta Croda, que ganó al priismo la diputación federal en el 2012. Sobrino del ex gobernador Agustín Acosta Lagunes y constructor que ha recibido contratos de obra pública de los gobiernos priistas y panistas, Acosta Croda se ha mantenido en la palestra mediática pese a sus taras – es poco culto, aficionado a las bebidas embriagantes y poseedor de un lenguaje de carretonero- ya que es el único hasta el momento que ha basado su promoción en el mal gobierno de la alcaldesa priista Carolina Gudiño, denunciando la corrupción con la que se maneja y haciendo trabajo en las colonias con recursos personales.

 De las curules federales hubo saltimbanquis que a los que les tumbaron las alas antes de dar el salto, entre ellos los hermanos Tomás y Leticia López Landeros que ya se veían sentados en la silla municipal de Córdoba, la cual pretendían sorteársela: el empresario chatarrero por el PRI o la hermana con el PAN. No se les hizo. Tampoco al panista Juan Bueno Torio que incluso fue destapado por algunos militantes y se desistió porque en las mediciones demoscópicas los mismos cordobeses consideran que ha vivido suficiente del presupuesto público sin necesitarlo y ningún ciudadano se siente representado por él ni ha recibido beneficio de su gestión legislativa en los últimos ocho años.

 

RUTA DE ESCAPE

Luego de la intervención de la dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) para poner orden en Veracruz, se habla de expulsiones inmediatas de los “fideperristas” que enarbolaron consejos paralelos y hasta destituyeron mediáticamente al orizabeño Juan Vergel de la presidencia del partido en la entidad. Entre los que serían expulsados están Juan Montes de Oca, Daniel Nava, Sergio Rodríguez Cortés y Manuel Bernal Rivera. Otros abogan porque en la lista se incluya a Margarita Guillaumín y Rogelio Franco Castán. Sin embargo, la versión de un castigo ni los hace sufrir ni los acongoja pues todos ellos ya tienen una ruta de escapatoria.

 La misma se llama Alternativa Veracruzana (AVE) del ex convergente, Alfredo Tress Jiménez, y que es el partido de la posfidelidad. Ahí llegarán todos los avechuchos  serán recibidos con fanfarrias gracias a los servicios prestados en el sexenio pasado y en el actual a Palacio de Gobierno. Dicha AVE se alimenta de carroña y ahí también aterrizarán otros personajes apestados, cercanos al innombrable por supuesto, como es el ex dirigente estatal del PAN, Alejandro Vázquez Cuevas a quien ya promocionan soterradamente para ir en primer lugar de la lista de abanderados plurinominales al congreso local. El famoso Pipo es una de las  fichas del ex gobernante estatal para la guerra que se avecina en la próxima legislatura.

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