Amátlan.- Tras las denuncias realizadas por habitantes de la colonia Santa Cecilia de Paraje Nuevo, el Subprocurador al Medio Ambiente Estatal acudió a verificar la Recicladora de Hidrocarburos para determinar si es nociva para la salud de los habitantes en especial para la familia de Teresita Blanco Páez, vecina que habita a un lado de la factoría junto con su hija menor de ocho meses de edad.
Cerca de las 11:00 horas de ayer vecinos de la colonia mencionada esperaban a las autoridades del Medio Ambiente Estatal quienes venían a verificar las emanaciones de humo que afecta en un 100 por ciento a la familia de Blanco Páez y a la población en general.
A decir de María Edith Jiménez Romero, mencionó que vio como había escurrimientos de aceite que brotaban de los drenajes aledaños de la Recicladora de Hidrocarburos, mismas que desembocan en el arroyo Jabalí y el río Atoyac.
A cuatro años que tiene la planta de operar en la zona, los vecinos se han quejado constantemente de olores fuertes que al inhalarlos les ha provocado daños en la salud.
Los inconformes indicaron que en marzo cuando comenzó el conflicto se hizo una minuta en donde la empresa acordó con los habitantes no laborar en la noche para que estos no olieran lo que se produce en ese lugar, pero los dueños, ni apoderados legales cumplieron.
A decir de los inconformes, el dueño Aurelio Mayo de Gasperín, no quiere convenir con ninguno de los habitantes y no conoce la problemática que se viven en el lugar ya que este reside en Peñuela y en Córdoba.
Ante esta situación los vecinos piden que la empresa se vaya a otro lado, esto lo exigirán también en una sesión de Cabildo que se celebrará el próximo miércoles a las 13:00 horas.
Por su parte, el subprocurador al Medio Ambiente de Veracruz Juan Manuel Aguilar, mencionó que la problemática es de competencia del Gobierno Federal.
Sin embargo, fue al salir por la presión de la gente que coreaban “queremos una solución” se dirigió a la vivienda de la mujer afectada, el funcionario cambio su actitud y en lugar de apoyar a la población, este se fijó en una tubería casera en lugar de ver el grave peligro que provoca la empresa y pedía pruebas para comprobar la contaminación de la factoría a los habitantes.
Indicó a los habitantes que al estar tapados los drenajes esto ya estaba solucionado y que para los malos olores no había alguna Ley que los regule en Mexico por lo que esto enfureció a las personas que exigen una solución a estas trampas tanto de la empresa como del municipio y a nivel estatal.