Córdoba.- Bajo un discreto operativo de seguridad, ayer fue trasladado al penal de mediana seguridad de La Toma, y puesto a disposición del Juzgado Primero de Primera Instancia, el obrero del ingenio “Central Progreso”, Pedro Joel Nieto Vargas, implicado en el secuestro y homicidio de Lorenzo Calderón Pontón y Maximino Reyes Pérez.
Alrededor de las 16:00 horas, elementos de la primera comandancia regional de la Agencia Veracruzana de Investigaciones (AVI) al mando de Tomás Espinosa Hernández, sacaron de la celda al implicado del secuestro y homicidio que conmovió a la población de Paso del Macho, para enseguida ser subido a la batea de una camioneta oficial negra, con logotipos de la dependencia.
Custodiado por dos camionetas con al menos 6 elementos fuertemente armados con rifles de alto poder, y uniformados debidamente con prendas negras y chalecos antibalas, el detenido fue trasladado de las instalaciones del AVI al penal de mediana seguridad de La Toma, en donde ingresó el presunto responsable del secuestro y homicidio de su cuñado y un acompañante de la víctima, quedando a disposición de un juez penal, quien este día le tomará su declaración.
Nieto Vargas, de 28 años y domiciliado en la calle 2 de Abril, entre Abasolo y 21 de Abril, de la colonia Dante Delgado Rannauro, fue detenido el viernes en un operativo de la AVI, donde confesó que junto con 3 cómplices más, planeó el secuestro de las víctimas, de las cuáles Lorenzo resultó ser su cuñado.
Detalló que el 30 de enero, junto con sus cómplices, plagiaron a los campesinos, a la entrada del rancho de Lorenzo, sobre el camino de terracería al ejido La Mariposa. Luego, los llevaron hacia el camino denominado “El Escape”, pero el vehículo donde los trasladaban se descompuso y los cambiaron a otro, en el cual los llevaron al ejido Potrerillo, en la parte trasera del ingenio “Central Progreso”.
Tras comunicarse con la familia de Lorenzo y pedir un rescate de $1.5 millones, no lograron cobrar el dinero, por lo que decidieron ultimar a las víctimas, abandonando sus cuerpos entre cañales.
Con la captura del obrero, las autoridades ministeriales lograron esclarecer el caso y además localizaron los cuerpos de los campesinos, mismos que se hallaban desaparecidos, y por quienes sus familiares ofrecían una recompensa de $100 mil, a quien diera informes de su paradero.
ELEUTERIO ESPINOZA B.
El Buen Tono
