DEMONIOS Y CHANEQUES
Las puertas del encanto abiertas el primer viernes de marzo por los hechiceros de Catemaco no sólo dejaron pasar a las hadas, genios y ángeles al mundo terrenal sino también a los demonios, chanques malcriados, troles, ogros, fantasmas y arpías. Tales criaturas se desataron y colaron al escenario político electoral de la entidad donde en las últimas horas se dieron destituciones, sustituciones, suplantaciones, encuentros del tercer tipo, danzas de pécoras, linchamientos, quema de brujas, conjuros, maleficios, ajos, cebollas, rayos y centellas. La peor parte en la andanada de estos espectros se la llevaron los perredistas pues su partido quedó hecho un chilaquil.
Primero, un supuesto consejo estatal que fue integrado por perredistas-fidelistas – mejor conocidos como Fideperristas- sesionó el sábado en el puerto de Veracruz y destituyó al dirigente estatal, el orizabeño Juan Vergel Pacheco, nombrando como sustituto nada más y nada menos que al ex alcalde de Ciudad Mendoza, Sergio Rodríguez Cortés. Vaya situación paranoica. Es cosa pública que este señor es empleado directo del e xgobernante estatal, y eso confirma que el innombrable se metió hasta la cocina amarilla para desorganizar los trastes. Además, Rodríguez Cortés renunció al Sol Azteca en el 2010 para apoyar al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en los comicios que renovaron la gubernatura, rompió su credencial y pisoteó el logotipo del PRD.
Como premio fue nombrado –por unos meses- como director del Servicio Estatal del Empleo en el gabinete duartista, del cual salió acusado de malversar fondos y peleado con el secretario del Trabajo, Marco Antonio Aguilar Yunes, ¡y ahora no nombran presidente del PRD! No hay duda que los nigromantes de la fidelidad son hechiceros poderosos pues a los sapos los convierten en “caballeros” -¿o será al revés?-. Claro, todo lo anterior es parte de la campaña para evitar la alianza del PRD con el PAN en los comicios venideros, y así, al día siguiente, ayer domingo, el segundo consejo estatal del PRD, infiltrado también por la fidelidad, propinó el banderillazo final a dicha coalición pues la mayoría de los asistentes votaron en contra de la misma.
El asunto llevaba los dados cargados y se habla que los sobornos fueron de hasta 20 mil pesos para que los consejeros votaran en contra pastoreados por los amarillos que han sido empleados de la fidelidad, quienes se llevaron una tajada más grande. A Vergel Pacheco se le revelaron sus mismos aliados de la tribu de Los Chuchos, perdió el control del partido y este quedó casi difuminado. Así, se cumplió la advertencia que hiciera desde el año pasado el diputado federal por Xalapa, Uriel Flores Aguayo, de que el PRD de Veracruz habría sido tan descuidado que terminaría como un cascarón. No sólo los grupos internos lo desmantelaron sino que fue infiltrado por el Gobierno estatal, por los priistas y aún peor, por los fidelistas, para convertirlo en un partido de membrete, refugio de vividores e inservible para la ciudadanía.
Ahora, lo que forzosamente tiene que venir es una limpia interna: sacar los insecticidas, los matamoscas, las trampas de alambre y hasta las espanta-suegras para exterminar a los infiltrados del innombrable, a los que están siendo financiados desde Palacio de Gobierno y demás alimañas. Algo que no será fácil y de ahí que el pronóstico es que terminando el proceso electoral del mes de julio, vendrá una desbandada de los verdaderos hombres y mujeres de izquierda, quienes finalmente emigraran al Movimiento Regeneración Nacional (Monera) que impulsa el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador. Los demonios rojos se pintaron de amarillo y se apropiaron de la casa perredista.
LA DEL ESTRIBO
Todo el sainete del fin de semana en el Sol Azteca tiene su origen en el fallo de la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) emitido la tarde del viernes sobre la llamada “Gran Alianza por Ti”. Las magistradas Yolanda Muñoz Tagle, Yolli García Álvarez y Claudia Pastor Badilla resolvieron con “el pie en el estribo” la impugnación al veredicto emitido por el Tribunal Electoral del Poder Judicial del Estado (TEPJE) que invalidaba la alianza opositora aunque no pudieron darle sablazo final ya que no había sustento legal para hacerlo así que ordenaron al PRD la reposición del proceso para aprobar dicha coalición.
La sesión de la Sala Regional del TEPJF se dio casi a hurtadillas y con la apuración para evitar que el expediente fuera desahogado por los nuevos magistrados que acaba de designar el Senado de la República para sustituirlas: Octavio Ramos Ramos, Adín Antonio de León Gálvez y Juan Manuel Sánchez Macías, pues el temor era que los nuevos juzgadores otorgaran un fallo contrario a los intereses del Revolucionario Institucional, y echaran abajo el fallo del tribunal estatal. Fue la última travesura de las tres mujeres que durante un buen tiempo despacharon en la sala Xalapeña del tribunal federal y que en su historial tienen un record de veredictos a favor del priismo.
En especial la magistrada Claudia Pastor a quien se le relaciona sentimentalmente con el ex gobernador de Sonora y actual coordinador de los diputados priistas en San Lázaro, Manlio Fabio Beltrones y es la que habría sido el conducto para que sus otras dos compañeras uniformaran sus votos en los últimos años para favorecer al PRI en cada controversia electoral. Ahora los afectados con los últimos sucesos, perredistas y panistas, tendrán que ver si les alcanza el tiempo para recomponer los procesos, con intervención directa de su la dirigencia nacional -en el caso de los amarillos- o recurren a la llamada alianza de facto, algo que no es seguro ni que se concrete ni que funcione. Y obviamente, también tendrán que revisar sus procesos internos pues ya comprobaron que tienen al enemigo adentro, además de despedir a sus abogados chafas que no ganan ni un juego de canicas.
ENCUENTROS CERCANOS
Mientras eso sucede en las canchas perredistas y panistas, en Córdoba también se desataron los chaneques pues la prensa local informó sobre un encuentro cercano del tercer tipo entre el alcalde Francisco Portilla Bonilla y el empresario Salvador Abella. El primero está a punto de dar otro salto chapulinesco hacia la candidatura a la diputación local y el segundo es mencionado como el abanderado a la alcaldía. Ambos por el Revolucionario Institucional. Cuestionado por los reporteros, el empresario Abella aseguró que se sentaron a tomar el té y jugar matatenas, que no hubo nada de grillas ni acuerdos ni pactos ni promesas ni juramentos de amor. “Umm”, piensan que la opinión pública es ilusa. Alguien debería aconsejarle al empresario que no se junte con el edil tan cargado de mala vibra y de mala fama porque lo podría contagiar. En política hay un refrán de que “lo corruto y los p…enitente, se pega”.
Por si fuera poco, tanto el distrito como el municipio son considerados “focos rojos” para el tricolor ya las últimas encuestas señalan que el 60 por ciento de los ciudadanos votarían por Acción Nacional, un 15 por ciento está indeciso y sólo un 25 por ciento sufragaría por el tricolor. De ahí que más que hacer precampaña de cafetería deberían gastar suela en las colonias y comunidades para tratar de revertir el voto antipriista. Por cierto, una perla para la historia es lo dicho por el mismo Portilla la semana pasada, al asegurar que contrarrestará las críticas a su administración con resultados. “Trabajo mata grilla”, sostuvo. ¡Qué ternura! No debe olvidar que otra frase que dice “votos matan grillos saltarines”.
El agitado fin de semana de brujas y demonios concluyó con la aparición de viejos fantasmas en el PRI a nivel nacional pues en su asamblea realizada en la Ciudad de México, los priistas hicieron varias diabluras para la perdición de los mexicanos: eliminaron los candados que les impedía avalar la venta de Petróleos Mexicanos (Pemex), la aprobación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a medicinas y alimentos – lo que elevará los precios de la comida y los medicamentos- y terminaron con la llamada “sana distancia” entre el Presidente de la República y su partido, la cual se había mantenido durante décadas para simular independencia.
Ahora, al convertir al despachante de Los Pinos en integrante del consejo priista, lo oficializan como jefe de Estado y jefe de Partido. El jefe de jefes, como diría el corrido. Invocaron al viejo fantasma del presidencialismo. Fue una semana de espantos pues también para fortalecer la omnipotencia del copetón Enrique Peña Nieto, le dieron el coscorrón a la maestra Elba Esther Gordillo y ahora está en la cárcel, abandonada –aparentemente- por sus antiguos aliados.
Pero el susto no acaba allí y los que están con el “Jesús en la boca” son los gobernadores priistas pues se habla que después del escarmiento a los líderes sindicales para que no se salgan del redil, ahora vendrá uno a los mandatarios estatales que se convirtieron en señores feudales desde el año 2000 cuando ya no hubo presidente priista. La versión corre como pólvora encendida. Se habla que los posibles sacrificados podrían ser Rodrigo Medina de la Cruz de Nuevo León, Roberto Borge de Quintana Roo y otro más, ¿adivinen quien?. Acertaron. Ese. Los tres reúnen las características suficientes para la guillotina: han desgobernado a tal grado sus entidades están en situación desastrosa, tienen a la gente en contra, sus niveles de popularidad son bajísimos, y para completar, entregaron malas cuentas electorales en la elección presidencial, sin contar con que se convirtieron en lastres electorales para el tricolor.
No hay que olvidar que hace 25 años, cuando Carlos Salinas de Gortari –el que mece la cuna del copetón Peña Nieto- estaba iniciando su sexenio además del famoso “Quinazo” contra el dirigente del Sindicato Petrolero, Joaquín Hernández Galicia, a quien metió a la cárcel y la destitución de Carlos Jonguitud del SNTE para nombrar a Elba Esther Gordillo, también les dio coscorrones a varios gobernadores. Obligó a 19 de ellos a no terminar sus administraciones, algunos los llamó al gabinete para evitar que se promocionaran con miras a seguir creciendo y a otros simplemente los echó a la calle porque necesitaba dar un escarmiento público. Las dos destituciones más sonadas fueron las de Xicoténcatl Leyva de Baja California y Guillermo Cossío Vidaurry de Jalisco, acusados ambos de corrupción, enriquecimiento ilícito y de negligencia para gobernar. De ahí que más de uno esta temblando porque el manual salinista apunta hacia los reyezuelos estatales.
