EL FIN DE UN CACICAZGO
El cacicazgo sindical de Elba Esther Gordillo ya es una historia acabada. Carlos Salinas de Gortari la encumbró y Enrique Peña Nieto la sepultó. Los maestros no tuvieron nada que ver con su ascenso ni con su caída. Por eso nadie moverá un dedo por ella. La base magisterial se siente liberada de un cacique que fue un lastre para el avance educativo de nuestro país.
Sus fechorías, sus fraudes, su inmensa corrupción están suficiente y debidamente documentados. La Procuraduría General de la República a cargo de Jesús Murillo Karam ha hecho una investigación impecable en coordinación con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Abochorna el despilfarro. Avergüenza la desfachatez y la locura de una lideresa sindical, que fue maestra rural de origen, gastando millones de dólares en tiendas de lujo de Estados Unidos. Indigna el lujo en que se movía porque todo era a costa del dinero de los contribuyentes mexicanos. Aviones privados, yates, casas en zonas exclusivas de San Diego, joyas, obras de arte, cuentas en el extranjero.
Todo esto se sabía desde siempre. Pero contó con el apoyo de los dos presidentes panistas: Vicente Fox y Felipe Calderón Hinojosa. Ellos toleraron la prepotencia y el descaro de Elba Esther. Elba le mostró a Martita Sahagún los encantos de la tienda Neiman Marcus, asiento del lujo y la exclusividad.
La detención de Elba Esther cayó de sorpresa en todo el ámbito político. Nadie la ha defendido. La sociedad mexicana, que soportó sus tropelías y su descaro, aplaude el fin de la historia de cinismo y latrocinio que ella ha representado.
El PRI puede beneficiarse electoralmente con la aprehensión de la cacique sindical. Pero para ello tendrá que olvidarse de hacer alianza con el Panal, el partido que Elba fundo para chantajear y para tratar de garantizar impunidad. Los maestros tendrán que deslindarse de este partido que se fundó como un feudo de los intereses caciquiles de Elba Esther.
No habrá desestabilización política en el país a causa de esta medida certera y largamente postergada. Los maestros se han desembarazado de una losa que pesaba sobre sus hombros. La educación pública tendrá mejores horizontes. Los maestros de todo el país han recuperado su libertad política, secuestrada por los intereses facciosos de la Elba Esther; sin embargo, para que la detención de la lideresa sindical no se perciba como un ajuste de cuentas interno, tendrán que caer otros líderes brutalmente enriquecidos como el petrolero Romero Deschamps. Al tiempo.
