Córdoba.- Un joven de 18 años fue ejecutado de dos impactos de bala calibre 40, en la calle San Luis, entre el camino a El Barreal y la avenida Santa Elena, en la unidad habitacional Santa Leticia, a manos de tres sujetos que, según vecinos, viajaban en una camioneta en la cual persiguieron a la víctima varias cuadras.
El crimen provocó la movilización de corporaciones de emergencia y policiacas, quienes confirmaron la muerte del joven, sin que los responsables fueran detenidos.
En su primer intento por escapar, el joven Juan Randulth del Valle Ramos, trató de introducirse a una vivienda pero no logró su objetivo y corrió para ponerse a salvo pero fue alcanzado y acribillado, cayendo en la banqueta sin vida, en la parte trasera de un automóvil estacionado.
Paramédicos de la Cruz Roja, de la unidad 201, llegaron para brindarle los primeros auxilios al joven, pero ya había muerto.
Vecinos salieron para percatarse de lo que ocurría, otros sólo se asomaban; “está tirado atrás de la camioneta, pidan una ambulancia, alguien que ayude al muchacho”, gritaban. Sobre la calle San Luis, con dirección al bulevar Córdoba-Fortín, escapó la camioneta, color gris, según comentaron varios testigos que caminaban por esa vialidad, pero no aportaron mayores informes de la unidad motora.
El homicidio se registró alrededor de las 14:15 horas de ayer, cuando el joven Juan Randulth se encontraba cerca de su vivienda con dos amigos, presuntamente platicando.
Según las primeras investigaciones, al lugar llegó una camioneta, cuya marca se ignora, color gris, en la que viajaban tres sujetos que trataron de intervenirlo, pero al escapar lo persiguieron varias cuadras, incluso trató de meterse a una casa, pero no pudo y le dispararon, logrando herirlo en dos ocasiones, a la altura del pecho y la cabeza.
Sin embargo, el joven trató de salvar la vida y quiso correr, pero al final murió a causa de las heridas, producidas por los proyectiles.
Policías Estatales acudieron al lugar para acordonar el lugar y preservar la escena del crimen, e implementaron operativos que de nada sirvieron para capturar a los homicidas.
Autoridades ministeriales y peritos en criminología aseguraron al menos tres casquillos de bala; mientras, familiares de la víctima, entre ellos su madre, observaban el cuerpo, sin dar crédito a lo ocurrido.
Momentos después ordenaron el levantamiento del cuerpo para ser traslado a las instalaciones del Servicio Médico Forense.
Infomes dados a conocer establecieron que la madre de la víctima labora en el centro de Control, Cómputo Comando y Comunicaciones (C4), y se le relacionó con la presunta venta de droga.