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Mariano Escobedo.- Luego de los lamentables hechos que se registraron el pasado fin de semana, donde una menor resultó baleada en el CBTIS de Chicola, padres de familia y alumnos comentaron que varios estudiantes consumen marihuana en el interior del plantel.
Añadieron que en otros casos llegan a introducir pequeñas dosis de estupefacientes, lo que mantiene preocupados a quienes tienen hijos estudiando ahí.
Una madre, que pidió omitir su nombre por temor a represalias, comentó que hace tiempo secuestraron a su hijo y ella presume que en el asunto estuvieron relacionados algunos de sus mismos compañeros, pagaron un rescate para tenerlo de vuelta en su hogar.
Mencionó que incluso hay maestros a los que continuamente se les puede observar ingiriendo alimentos y golosinas en las tiendas cercanas, “ahí permanecen por horas cuando su deber es dar clases”.
Los entrevistados dijeron que tales anomalías las cubre la Dirección del plantel, aun cuando ya se le habían notificado de tales hechos con oportunidad.
“El día que la joven fue herida no querían que se supiera, la encerraron en una oficina, a los demás no nos decían nada, preguntamos si habían sido balazos o qué pasaba, nadie nos respondía, otros compañeros estaban llorando, tenían miedo, pero no nos dejaban salir a nadie”, relató uno de los estudiantes del plantel.
Indicaron que ni los maestros sabían qué hacer, porque los balazos ocurrieron a las 12:20, y dos policías de Mariano Escobedo llegaron a las 12:40 horas al plantel para indagar.
“Hay una persona de prefecta, era intendente, sabemos que estudió sólo secundaria y ese día no sabía qué hacer”, añadieron.
“A los maestros se les ve fumando en el estacionamiento, cuando se supone que el plantel está certificado como Libre de humo de tabaco, pero también hay otros que llegan a checar su entrada y ya no se les vuelve a ver en todo el día; unos más permanecen en el plantel y no dan clase con el argumento de que son del sindicato y tiene una comisión o junta”, abundaron alumnos.
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